Luego, la candidata del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Carolina Mejía, expresó su desacuerdo con las afirmaciones de la vicepresidenta y cuestionó la falta de transparencia en la gestión del gobierno. A su vez, el candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo, defendió los logros de su gestión y destacó la importancia de seguir trabajando para mejorar la calidad de vida de los dominicanos.
En respuesta a estas críticas, la vicepresidenta Raquel Peña reafirmó su compromiso con el desarrollo del país y defendió las políticas implementadas por el gobierno. Asimismo, destacó los avances en materia de salud y educación durante su mandato. Sin embargo, sus declaraciones no lograron convencer a sus opositores, quienes continúan cuestionando la efectividad de su gestión.
La polémica entre los candidatos presidenciales evidencia las diferencias ideológicas y políticas que existen en República Dominicana. Mientras la vicepresidenta destaca los logros de su gobierno, sus rivales señalan las carencias y problemas que persisten en el país. Esta divergencia de opiniones refleja la división en la sociedad dominicana y la necesidad de un amplio debate sobre el rumbo que debe tomar el país en los próximos años.
En medio de esta controversia, los ciudadanos dominicanos se encuentran divididos entre apoyar la continuidad de las políticas actuales o buscar un cambio en el gobierno. La elección presidencial se presenta como un punto de inflexión en el futuro de la nación, con cada candidato presentando su visión y propuestas para abordar los desafíos que enfrenta República Dominicana. Los debates entre los candidatos cobran importancia en este contexto, ya que permiten a la población conocer las diferentes posturas y tomar una decisión informada en las urnas.
En última instancia, será el pueblo dominicano quien decida el rumbo del país en las próximas elecciones. La diversidad de opiniones y propuestas presentadas por los candidatos refleja la riqueza democrática de la nación caribeña. Sea cual sea el resultado, la participación ciudadana en el proceso electoral es fundamental para garantizar la legitimidad y transparencia de las elecciones. Con una sociedad informada y comprometida, República Dominicana podrá avanzar hacia un futuro más próspero y equitativo para todos sus habitantes.