La campaña electoral en República Dominicana se ha visto marcada por denuncias de uso irregular de recursos del Estado por parte del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y acusaciones de promover el transfuguismo. La oposición ha presentado pruebas ante la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el abuso de recursos estatales en favor de los candidatos oficialistas. Además, se ha señalado la compra de alcaldes, diputados y senadores por parte del partido gobernante, alimentando el transfuguismo y el clientelismo en el país.
En cuanto al debate presidencial, se ha celebrado por primera vez en la historia política dominicana, con la participación de los principales candidatos a la presidencia. El debate fue organizado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) y ha sido visto como un ejercicio democrático positivo por diversos sectores de la sociedad. Los candidatos discutieron propuestas sobre economía, educación, seguridad, justicia, violencia de género y otros temas de interés para la población.
El actual presidente dominicano, Luis Abinader, aspira a un segundo mandato y lidera las encuestas para las elecciones del 19 de mayo. Según la última encuesta de la firma Gallup, Abinader obtendría el 60% de los votos en primera vuelta, seguido por Leonel Fernández con el 24,6% y Abel Martínez con el 11,1%. Abinader ha destacado por sus resultados económicos desde que asumió el cargo en 2020, especialmente en sectores clave como el turismo, que ha generado importantes ingresos para el país.
A pesar de los logros económicos de Abinader, el exceso de proselitismo en un país que parece estar en permanente campaña ha generado cierto hartazgo en la población. Según expertos, el interés de la ciudadanía en la actividad política se limita a los actores involucrados en la misma. Aproximadamente 8.145.548 personas están convocadas a votar en las elecciones de mayo, incluyendo a aquellos ciudadanos empadronados en el extranjero.
La campaña electoral también ha estado marcada por la ausencia de regulaciones claras sobre el transfuguismo en la legislación dominicana. La normativa actual solo establece restricciones para aquellos que hayan sido nominados por un partido a un cargo de elección, sin abordar adecuadamente el fenómeno del transfuguismo y las prácticas clientelares en la política del país. La oposición ha instado a establecer un régimen de consecuencias para combatir estas prácticas.
En resumen, las elecciones presidenciales y congresuales en República Dominicana se han visto envueltas en denuncias de uso abusivo de recursos estatales, compras de votos y trasfuguismo por parte del partido gobernante. A pesar de los debates televisados y los resultados económicos favorables del presidente Abinader, el hartazgo de la población ante el exceso de proselitismo y la falta de regulaciones efectivas sobre el transfuguismo han marcado esta campaña electoral. Los resultados de las elecciones del 19 de mayo determinarán el futuro político de la nación caribeña.