En las últimas horas, las regiones de Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha han sido afectadas por lluvias torrenciales que han causado inundaciones y decenas de muertos, convirtiéndose en la mayor tragedia causada por las lluvias en lo que va de siglo. Esto se considera una de las peores catástrofes de los últimos 75 años en España. En la Comunidad Valenciana, la última tragedia de proporciones similares tuvo lugar en 1982, con el desbordamiento del río Júcar en Valencia y la rotura de la presa de Tous, que causó 38 muertos y la evacuación de cien mil personas.
La mayor catástrofe hidrológica en España ocurrió en septiembre de 1962 en la comarca catalana del Vallès Occidental, donde cayeron más de 200 litros por metro cuadrado en tres horas, provocando la muerte de alrededor de mil personas. Otras tragedias importantes de los últimos 75 años en España incluyen la riada que tuvo lugar en Valencia en 1957, causando más de ochenta muertos y la destrucción de 1,700 viviendas, y el desbordamiento de la presa de Vega de Tera en 1959, que inundó el pueblo zamorano de Ribadelago y causó la muerte de 144 habitantes.
En 1965, el desbordamiento de la presa de Torrejón el Rubio en Cáceres provocó la muerte de al menos cincuenta personas, durante las obras de construcción de los embalses de Torrejón-Tajo y Torrejón-Tiétar. En 1973, intensas lluvias causaron devastadoras riadas en las provincias de Granada, Murcia, Almería y Alicante, dejando más de 150 muertos y medio centenar de desaparecidos. Otra tragedia importante tuvo lugar en octubre de 1982, con el desbordamiento del río Júcar en Valencia y la rotura de la presa de Tous, causando 38 muertos y la evacuación de cien mil personas.
En agosto de 1983, 34 personas fallecieron en el País Vasco debido a las inundaciones provocadas por fuertes lluvias, que también afectaron a Cantabria, Navarra, Burgos y Asturias, causando seis decenas de muertos y enormes daños materiales. En agosto de 1996, ochenta y siete personas perdieron la vida y 200 resultaron heridas al quedar sepultadas por una riada de agua, piedras y lodo, tras una tormenta, que arrasó el camping "Virgen de las Nieves" cerca de Biescas, en el Pirineo de Huesca.