El catedrático destacó que en el sistema financiero los depósitos son mayores que los préstamos otorgados, lo que indica que hay un sistema oligopólico en el país. El economista Apolinar Veloz agregó que las tasas de interés son altas y que el sistema financiero se enfoca en préstamos para consumo, como tarjetas de crédito y préstamos para vehículos. Además, mencionó que el sector se mantiene gracias a los negocios colaterales que tiene con entidades como el Banco Central, el sistema de pensiones y de salud.
Según Veloz, el ahorro interno sigue siendo insuficiente para financiar la inversión en el país, lo que representa un desafío para el sistema financiero. Además, señaló que el empleo informal representa el 59% del total de empleo, lo que incluye a más de 205,000 empleados en el sector formal. El economista también mencionó que el salario no se determina únicamente por el mercado, sino que está influenciado por las políticas del Ministerio de Trabajo y el tipo de cambio fijo implementado por el Banco Central.
En cuanto a la distribución del ingreso, Veloz destacó que el 55% del Producto Interno Bruto (PIB) del país se concentra en cien mil personas, lo que refleja una alta desigualdad en la distribución de la riqueza. Además, criticó las cifras oficiales que, según él, están diseñadas para reducir la pobreza monetaria pero no reflejan la verdadera concentración del ingreso que el gobierno calcula. También mencionó que el 4% del PIB destinado a educación beneficia más a los empresarios que a los estudiantes, y que el déficit de cuenta corriente superará los US$4,000 millones este año.
En resumen, el sistema financiero en el país se caracteriza por tener más depósitos que préstamos, lo que indica un sistema oligopólico. A pesar de que las tasas de interés son altas, el sector se mantiene gracias a sus negocios con entidades como el Banco Central. El ahorro interno sigue siendo bajo en comparación con la inversión necesaria, y el empleo informal representa una parte significativa de la fuerza laboral. Además, la distribución del ingreso es muy desigual, con el 55% del PIB concentrado en cien mil personas y un déficit de cuenta corriente que se estima superará los US$4,000 millones este año.