El Segundo Tribunal Colegiado impuso una condena de 10 años de prisión a Albert Darío Imbert García por violar sexualmente a una adolescente de 13 años en una residencia de la localidad. Imbert García, junto a su cómplice conocido como Pocholo, obligaron a la víctima a desvestirse y la agredieron sexualmente mientras la adolescente se resistía y pedía que la dejaran en paz. Los agresores huyeron dejándola desnuda y adolorida en el suelo, pero la víctima logró ponerse de pie y encontrarse con la madre de Pocholo en la residencia.
El litigante de la fiscalía, Pedro Martínez, detalló ante el tribunal cómo Imbert García y su cómplice abusaron de la adolescente con violencia, impidiéndole gritar o resistirse por miedo a ser golpeada. Tras la orden de arresto número 7246-2014, Imbert García fue procesado por violación de varios artículos del Código Penal Dominicano y de la Ley 136-03, que protege los derechos fundamentales de niños y adolescentes. Estos cargos incluyen violación sexual, violencia de género y abuso psicológico perpetrados contra la víctima.
Los jueces del tribunal, Osvaldo Castillo, Esther Reyes y Luis Ernesto Torres, encontraron a Imbert García culpable de los delitos de violación sexual contra la adolescente y lo condenaron a 10 años de prisión. El expediente detalló cómo la víctima vivió el abuso con horror y cómo los acusados la agredieron sin piedad, impidiéndole levantarse del suelo. A pesar del sufrimiento vivido, la adolescente logró levantarse y buscar ayuda en la residencia donde se encontró con la madre de uno de los agresores prófugos.
El caso de violación a la adolescente ha generado indignación en la comunidad y ha puesto de manifiesto la importancia de proteger a las víctimas de abuso sexual y garantizar que los culpables sean llevados ante la justicia. La condena impuesta a Imbert García envía un mensaje claro de que la violencia de género y el abuso sexual no serán tolerados en la sociedad. Además, demuestra la importancia de que se apliquen las leyes destinadas a proteger a niños y adolescentes de cualquier forma de violencia.
El abuso sexual y la violencia de género son problemas graves que requieren una respuesta contundente por parte de las autoridades y la sociedad en general. Es fundamental que las víctimas sean escuchadas, protegidas y apoyadas en su proceso de denuncia y búsqueda de justicia. La condena de Imbert García es un paso en la dirección correcta para garantizar que las víctimas de abuso sexual reciban el apoyo y la justicia que merecen, mientras que los culpables son llevados ante la justicia y enfrentan las consecuencias de sus actos.
En resumen, el caso de violación a la adolescente por parte de Albert Darío Imbert García, ha sido juzgado y condenado por el Segundo Tribunal Colegiado, que lo encontró culpable de los delitos de violación sexual, violencia de género y abuso psicológico. La condena de 10 años de prisión es un paso importante en la lucha contra la violencia de género y el abuso sexual, y envía un mensaje claro de que estos delitos no serán tolerados en la sociedad. La protección de las víctimas de abuso sexual y la aplicación de las leyes destinadas a combatir este tipo de delitos son fundamentales para garantizar un entorno seguro y libre de violencia para todos.