Un estudio realizado en el Museo Field de Historia Natural de Chicago ha permitido reconstruir la ecología y la dieta de dos leones de Kenia a partir del análisis del ADN de pelos acumulados en las cavidades de sus dientes. Estos leones fueron adquiridos por el museo en 1925, después de haber asaltado un campamento en el río Tsavo en 1898 y haber causado la muerte de al menos 28 personas. El gestor de colecciones del museo, Thomas Gnoske, descubrió que los dientes rotos de los leones contenían pequeños amasijos de restos de pelos de sus presas, lo que llevó a investigar su dieta y entorno.
Los resultados del estudio revelaron que los dos leones eran machos y hermanos, originarios de Kenia o Tanzania, y se alimentaban de seis tipos de presas: jirafas, humanos, órices, antílopes acuáticos, ñus y cebras. Se encontraron restos de al menos dos jirafas, una cebra y ADN de ñus en sus dientes, lo que sugiere que estos leones eran viajeros. Sorprendentemente, no se encontraron muestras de pelo de búfalo, que es la presa favorita de los leones de Tsavo en la actualidad, posiblemente debido a la devastación de las poblaciones de búfalos y ganado vacuno por la peste bovina en la década de 1880.
Los investigadores destacan el potencial de las nuevas técnicas de biotecnología para obtener datos del pasado a partir de restos existentes en los museos. Esta metodología podría aplicarse a otros carnívoros antiguos para reconstruir sus dietas hace cientos o miles de años. Quieren seguir investigando la dieta de los leones a lo largo del tiempo para determinar cuándo empezaron a depredar humanos, lo que podría ayudar a comprender mejor los conflictos entre humanos y leones en las comunidades africanas.
Este estudio, publicado en la revista Current Biology, destaca cómo los avances en microscopía y genómica han permitido reconstruir con precisión la vida pasada de estos leones a partir de pelos acumulados en sus dientes durante un siglo. Los investigadores subrayan la importancia de estas nuevas técnicas para obtener información valiosa sobre la historia de los animales y su interacción con los humanos, proporcionando insights únicos sobre la evolución de las especies y los ecosistemas.
El descubrimiento de la dieta de estos leones, que incluía la caza de humanos, plantea preguntas sobre la evolución de sus hábitos alimenticios y las implicaciones que esto tiene en los conflictos entre humanos y leones. Estos hallazgos permiten una mejor comprensión de las interacciones entre especies a lo largo del tiempo y la importancia de preservar la biodiversidad para mantener el equilibrio en los ecosistemas. Las investigaciones futuras podrían arrojar más luz sobre la relación entre los grandes felinos y los humanos, contribuyendo al manejo de la conservación de la vida silvestre en África y en otros lugares.