Desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hizbulá, casi 2.000 personas han muerto en ataques israelíes en el Líbano. La mayoría de estas víctimas ocurrieron durante una campaña masiva de bombardeos por parte de Israel hace dos semanas. Según un informe de la Presidencia del Consejo de Ministros, al menos 1.928 personas han muerto y 8.704 han resultado heridas, principalmente en el sur del Líbano y en los suburbios meridionales de Beirut, donde se encuentra un importante bastión de Hizbulá.
La intensa campaña de bombardeos israelíes ha causado el desplazamiento de casi 1,2 millones de personas en el Líbano. Muchas de ellas han buscado refugio en segundas residencias, hoteles, pisos de alquiler y albergues habilitados por las autoridades. Sin embargo, más del 74 % de los albergues están completamente abarrotados, y solo 160.000 personas han sido registradas en ellos, lo que representa el 13,3 % de la población desplazada hasta el momento. Algunas personas incluso han tenido que dormir en las calles de la capital y otras zonas consideradas seguras.
En un lapso de una semana, entre el 23 y el 30 de septiembre, más de 234.000 ciudadanos sirios y 76.269 libaneses cruzaron la frontera hacia Siria, la única salida terrestre posible del Líbano, ya que la frontera sur limita con Israel. En las últimas 24 horas, las fuerzas israelíes llevaron a cabo 134 ataques en diferentes puntos del Líbano, principalmente en el sur y en los suburbios meridionales de Beirut. Desde el inicio de la campaña de bombardeos, se han contabilizado alrededor de 9.000 ataques, con un 91,6 % de ellos siendo bombardeos.
El 80,6 % de estos ataques se concentran en tres distritos sureños del Líbano: Bint Jbeil, Marjayún y Tiro. Israel y Hizbulá han estado en conflicto desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza hace casi un año, pero la violencia se intensificó a niveles sin precedentes desde 2006 hace dos semanas, con el inicio de la campaña de bombardeos masiva por parte de Israel que ha devastado localidades y pueblos enteros.
En medio de la escalada de violencia, las personas continúan enfrentando desplazamientos forzados, condiciones precarias en los albergues y una situación de inseguridad generalizada en el Líbano. Con casi 2.000 muertos y miles de heridos, la crisis humanitaria en la región sigue empeorando. La comunidad internacional ha instado a un cese al fuego para poner fin al derramamiento de sangre y permitir la asistencia humanitaria a la población afectada. Mientras tanto, las hostilidades entre Israel y Hizbulá continúan, causando más devastación y sufrimiento a la población civil en medio de un conflicto sin visos de pronta solución.