Un estudio realizado por el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona ha demostrado que los bebés recién nacidos de madres que hablan dos o más idiomas son más sensibles a los tonos del sonido que aquellos de madres monolingües. La investigación reveló que los bebés de madres bilingües están más receptivos a una amplia gama de variaciones acústicas del habla, mientras que los bebés de madres monolingües se especializan en los tonos de una sola lengua. Esto sugiere que la exposición prenatal al lenguaje tiene efectos diferentes en la codificación neural del tono de voz y los sonidos vocálicos al nacer.
En un estudio realizado en Cataluña, se observó que los fetos de madres bilingües están inmersos en un entorno acústico más complejo que los de madres monolingües, debido a las diferencias temporales y fonéticas de las lenguas. Para medir la respuesta de seguimiento de frecuencia en los bebés, se colocaron electrodos en sus frentes y se reprodujeron diferentes estímulos sonoros. Los resultados mostraron que el cerebro de los fetos de madres monolingües se había entrenado de manera más eficaz para captar con precisión los sonidos de una sola lengua, mientras que el cerebro de los fetos de madres bilingües parecía haberse vuelto sensible a una gama más amplia de frecuencias tonales.
La exposición prenatal al lenguaje modula la codificación neural de los sonidos del habla medida al nacer, según concluye el estudio. Los investigadores encontraron que el cerebro de los fetos de madres bilingües parecía ser más sensible a una amplia gama de variaciones acústicas del habla, mientras que los fetos de madres monolingües se especializaban en los tonos de una sola lengua. Esto sugiere que los bebés en gestación comienzan a asimilar el lenguaje de manera diferente dependiendo de la exposición lingüística que reciben de sus madres durante el embarazo.
Los resultados del estudio señalan que los bebés de madres bilingües parecen sintonizar de manera más selectiva con distintos tonos del sonido, mientras que los bebés de madres monolingües se enfocan en un solo tono. La exposición prenatal al lenguaje tiene efectos en la codificación neural del tono de voz y los sonidos vocálicos, lo que sugiere que los bebés en gestación comienzan a aprender de manera distinta según el entorno lingüístico en el que se encuentren. Los bebés de madres bilingües parecen ser más sensibles a una amplia variedad de frecuencias tonales, mientras que los bebés de madres monolingües se adaptan con mayor precisión a un solo tono.
En resumen, el estudio realizado por el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona reveló que los bebés recién nacidos de madres bilingües son más sensibles a los distintos tonos del sonido que los bebés de madres monolingües. La exposición prenatal al lenguaje influye en la manera en que los bebés asimilan el lenguaje al nacer, lo que sugiere que el entorno lingüístico durante el embarazo tiene efectos en la codificación neural del tono de voz y los sonidos vocálicos en los fetos en desarrollo. Los resultados muestran que los bebés de madres bilingües parecen estar inmersos en un entorno acústico más complejo, lo que les hace más sensibles a una gama más amplia de frecuencias tonales.