Los principales actores industriales y empresariales de la República Dominicana consideran positiva la apertura al diálogo sobre el proyecto de Ley de Modernización Fiscal propuesto por el Gobierno. Sin embargo, creen que la forma en que está formulada actualmente es perjudicial para el desarrollo productivo, la competitividad y el crecimiento económico del país. Julio Brache, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), expresó que no se oponen a la reforma, sino que consideran que debe implementarse de manera gradual, tanto para aumentar impuestos como para desmontar los incentivos existentes.
Brache destacó la importancia de la gradualidad para permitir a la industria nacional renovar su aparato productivo y realizar las inversiones necesarias para competir con países más desarrollados. Señaló que el desmonte total del acuerdo del país con DR-CAFTA, programado para entrar en vigencia el 1 de enero del próximo año, requerirá que la industria continúe haciendo inversiones para poder competir con países como Estados Unidos. La convocatoria a un diálogo tripartito por parte del presidente Luis Abinader ha sido bien recibida por el sector empresarial, ya que les brinda la oportunidad de exponer sus inquietudes.
Juan Celso Marranzini, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), explicó que el sector empresarial no se opone a la reforma fiscal, pero busca que se elabore de manera que no afecte a los sectores productivos del país. Destacó la importancia de encontrar un equilibrio que permita a las empresas generar empleo, mantener las inversiones y contribuir al crecimiento económico. Marranzini elogió la actitud abierta al diálogo del presidente Abinader y señaló que a través de la negociación será posible llegar a los mejores acuerdos para el país.
Por otro lado, David Llibre, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), expresó la preocupación del sector por la eliminación de los incentivos propuestos en el proyecto de reforma fiscal. Destacó que el turismo es responsable del 30% de la generación de divisas en el país y tiene un papel crucial en la estabilidad cambiaria. Por lo tanto, la preocupación del sector se centra también en el futuro de la economía nacional y la necesidad de mantener las inversiones que llegan a República Dominicana.
En general, los actores industriales y empresariales de la República Dominicana reconocen la importancia de la reforma fiscal propuesta por el Gobierno, pero buscan que se realice de manera gradual y considerando los impactos en los diferentes sectores productivos. El diálogo abierto por parte del presidente Abinader ha sido bien recibido por el sector empresarial, ya que les brinda la oportunidad de expresar sus preocupaciones y contribuir a la búsqueda de soluciones equilibradas que impulsen el desarrollo económico del país. Esperan que a través de la negociación se llegue a los mejores acuerdos para el beneficio de la nación.