Rebeldes sirios tomaron el aeropuerto civil de Alepo, en el norte de Siria, junto con varias localidades de las provincias de Idlib y Hama, según información proporcionada por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. El grupo armado Hayat Tahrir al Sham y sus aliados lograron apoderarse de la terminal aérea ubicada en la periferia sureste de la ciudad, luego de que las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad se retiraran. También se señaló que los rebeldes habían avanzado en Hama e Idlib, capturando numerosos pueblos estratégicos sin encontrar resistencia.
El Ejército de Siria admitió que los insurgentes penetraron en amplias zonas de Alepo después de una ofensiva de yihadistas y milicias rebeldes que ha ocasionado más de 300 muertes. Se informó que numerosos soldados fallecieron y resultaron heridos durante los combates en la ciudad, que abarcaron un tramo de más de 100 kilómetros. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos había reportado previamente que Hayat Tahrir al Sham y sus aliados habían tomado el control de gran parte de la ciudad, incluidos edificios gubernamentales y prisiones. Aviones de guerra rusos también habrían realizado bombardeos en Alepo por primera vez desde 2016.
El grupo armado Hayat Tahrir al Sham y sus aliados se hicieron con el aeropuerto internacional de Alepo, en la periferia sureste de la ciudad, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. En 2015, el régimen de Bashar al Assad recuperó el control de gran parte de Siria con el respaldo militar de Rusia, Irán y Hezbollah. A pesar de esto, aún hay regiones que escapan a su control, incluidas áreas controladas por Hayat Tahrir al Sham en Idlib, así como porciones de las provincias de Alepo, Hama y Latakia.
Los rebeldes lanzaron una rápida ofensiva contra las fuerzas de Al Assad coincidiendo con un alto el fuego en Líbano entre Israel y Hezbollah. El ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, desmintió la implicación del país en la ofensiva, indicando que no intervienen en los combates en Alepo y que están tomando precauciones para evitar una nueva ola migratoria. Las milicias islamistas del Organismo de Liberación del Levante iniciaron la ofensiva desde Idlib, último bastión controlado por la oposición, parcialmente respaldado por el ejército turco en la región.
Turquía ha mostrado disposición a negociar con Bashar al Assad para reanudar relaciones diplomáticas, pero aún no hay un acuerdo claro. El régimen turco ha expresado su respeto a la integridad territorial de Siria, pero también ha mencionado que en las zonas bajo su control viven personas que no confían en el régimen, lo que podría provocar una oleada migratoria si las tropas turcas se retiran. Los grupos rebeldes aliados con Turquía han protestado contra cualquier intento de reconciliación entre Ankara y Damasco, y la ofensiva reciente parece distanciar el objetivo de un acuerdo entre ambas partes.