Lourdes Penélope Pérez, la mujer que agredió a su hija de nueve años con un arma blanca en República Dominicana, ha declarado que no tenía la intención de lastimar a la niña. Pérez fue arrestada en Puerto Plata después de huir del lugar del incidente en la provincia Espaillat. La agresión causó graves lesiones a la menor al arrancarle el cuero cabelludo. La mujer aseguró que el ataque fue un desafortunado accidente y que su intención original era simplemente cortarle el cabello.
Tras su arresto, Lourdes Penélope Pérez confesó que el acto se le "fue la mano". Explicó que no pretendía agredir a su hija, sino únicamente cortarle el pelo. En sus declaraciones, pidió perdón a la sociedad y afirmó que el incidente no fue para agredirla, sino para realizar un cambio en su apariencia. La detenida está acusada de violar varios artículos del Código Penal Dominicano, así como de la Ley para la Protección y los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, en relación con tortura y barbarie.
El caso ha generado conmoción en la sociedad dominicana y ha puesto de manifiesto la importancia de proteger los derechos de los niños y adolescentes. La agresión de una madre hacia su propia hija ha despertado la indignación de la comunidad y ha generado debates sobre la violencia doméstica. Las autoridades han expresado su rechazo a este tipo de actos y han reafirmado su compromiso de garantizar la seguridad y bienestar de los menores en el país.
Organizaciones de derechos humanos han instado a que se realice una investigación exhaustiva y se asegure que se haga justicia en este caso. La violencia contra los niños es un problema grave en República Dominicana y en muchos otros países, y es fundamental que se tomen medidas para prevenirla y proteger a los menores de situaciones de abuso y maltrato. La sociedad ha mostrado su repudio hacia esta agresión y ha pedido que se tomen medidas para evitar que casos similares se repitan en el futuro.
La situación de la menor agredida ha generado preocupación en la comunidad y se espera que reciba el apoyo necesario para su recuperación física y emocional. Es fundamental brindarle atención médica y psicológica especializada, así como garantizar su protección y bienestar en el futuro. La sociedad dominicana se ha unido en solidaridad con la niña y ha manifestado su rechazo a cualquier forma de violencia contra los menores, recordando la importancia de promover una cultura de paz y respeto en la sociedad.