Las elecciones mexicanas del domingo podrían dar como resultado que una mujer gane por primera vez la presidencia, ya que las principales candidatas son Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, un hecho histórico en un país con altos niveles de violencia machista. Sin embargo, la llegada de una mujer a la presidencia no garantiza un cambio significativo en la agenda de género, según especialistas consultados por EFE. Aunque rompería barreras de género, no garantiza un cambio de fondo en las políticas de equidad de género en el país.
La politóloga Helena Varela señala que, si bien es un avance importante que las mujeres ocupen puestos de poder, no asegura que vayan a abogar por las demandas de los movimientos feministas. El posible triunfo de Sheinbaum o Gálvez representa un avance en términos de igualdad de género, pero no garantiza un cambio sustancial en las políticas de género del país. La elección de una presidenta es vista como un avance fundamental para la igualdad de género y la inclusión en la sociedad mexicana.
La posibilidad de que una mujer llegue a la presidencia ha generado grandes expectativas entre las votantes, quienes confían en que cambiarán las condiciones para las mujeres en el país. Algunas mujeres consideran que ya es tiempo de que se reconozca el papel de las mujeres en la política y que una presidenta representaría mejor los intereses de la mayoría femenina en la sociedad. A pesar de que México sigue siendo un país machista, la llegada de una mujer a la presidencia sería un avance importante para cerrar la brecha de género.
Según la investigadora Helena Varela, tanto Sheinbaum como Gálvez han tratado el tema de género de manera superficial en sus propuestas políticas. Durante su gestión como jefa de Gobierno de Ciudad de México, Sheinbaum no tuvo una relación fluida con el movimiento feminista, lo que ha generado críticas sobre su compromiso real con la equidad de género. A pesar de las declaraciones a favor de las mujeres y contra la violencia, se han visto pocas propuestas concretas en sus agendas políticas.
Los especialistas coinciden en que la mujer que llegue al poder enfrentará importantes retos, sobre todo en la lucha contra la violencia de género en un país donde asesinan a 10 mujeres al día. Combatir la violencia de género y trabajar por la equidad de género serán desafíos importantes para la próxima presidenta, quien deberá seguir trabajando para cerrar las brechas y abrir más espacios para las mujeres en la sociedad mexicana. La elección de una presidenta sería un paso importante hacia la normalización de la presencia de las mujeres en puestos de poder en el país.