La madre de la ex primera dama Michelle Obama, Marian Robinson, falleció a los 86 años, según información compartida por la familia en redes sociales. Robinson se mudó a la Casa Blanca durante los dos mandatos de Barack Obama para ayudar con la crianza de sus nietas y brindar apoyo a la familia presidencial, siendo conocida por su sencillez y dedicación a los suyos. Durante su tiempo en la Casa Blanca, se hizo amiga de los acomodadores y mayordomos, mostrando un interés especial en conocer al Papa.
Nacida en el sur de Chicago en 1937, Robinson fue secretaria y estuvo casada con Craig Robinson, con quien compartió su vida hasta su muerte en 1991. Durante sus años en la Casa Blanca, se destacó por su apoyo incondicional a la familia presidencial y su discreción. Sus hijos, Michelle y Craig, junto con sus respectivas parejas y sus hijos, describieron a Robinson como una mujer dedicada a los suyos y sencilla en su forma de ser. Su labor de apoyo durante los dos mandatos de Barack Obama fue fundamental para la familia.
El comunicado emitido por la familia destaca la importancia de Robinson en la vida de sus seres queridos y la dificultad que sienten al tener que seguir adelante sin ella. A pesar de la tristeza por su pérdida, se celebra la vida de una madre y abuela dedicada, que dejó una huella imborrable en todos los que la conocieron. Durante su tiempo en la Casa Blanca, Robinson se convirtió en una figura querida por aquellos que trabajaban en la residencia presidencial.
La noticia del fallecimiento de Marian Robinson conmovió a muchos, generando muestras de condolencias y reconocimiento a su labor como madre y abuela. Su cercanía con la familia presidencial y su disposición a brindar apoyo incondicional fueron aspectos destacados de su personalidad, que la hicieron ser apreciada por quienes la conocieron. La figura de Robinson trascendió más allá de su rol como madre de una ex primera dama, siendo recordada por su carácter sencillo y dedicado.
En estos momentos de duelo, la familia de Marian Robinson recibe muestras de cariño y apoyo de parte de amigos y conocidos, quienes reconocen su importancia en la vida de aquellos que la rodeaban. Su legado como madre, abuela y figura familiar perdurará en los corazones de quienes la conocieron, recordando su bondad, dedicación y amor incondicional. A pesar de la tristeza por su pérdida, se celebra la vida de una mujer que dejó un impacto positivo en todos los que tuvieron el privilegio de conocerla.