La República Dominicana se enfrenta al desafío de los desastres naturales, con el huracán Beryl como ejemplo más reciente. Aunque se espera que no provoque daños significativos en el país, su desarrollo como huracán de alta intensidad y fuera de temporada aumenta los costos financieros, reflejados en mayores precios de seguros y reaseguros. Este evento se suma a otros desastres naturales en la región, causados por el cambio climático.
El país caribeño tiene un alto riesgo de sufrir desastres naturales debido a su ubicación geográfica y la frecuencia de ciclones y tormentas tropicales. Las inundaciones históricamente han afectado a la mayoría de la población, y el impacto de las fuertes lluvias se ve agravado por las características topográficas del territorio. Huracanes anteriores, como Fiona en 2022, han dejado pérdidas millonarias, evidenciando la vulnerabilidad del país.
La falta de planificación urbana y una política efectiva de mitigación de riesgos agravan la situación en República Dominicana. A pesar de la gran cantidad de personas afectadas por desastres naturales, el país no cuenta con medidas adecuadas para financiar los daños. Entre 1980 y 2022, se registraron 74 grandes desastres naturales en el país, afectando a millones de personas sin planes de mitigación de riesgos.
La vulnerabilidad de República Dominicana a los desastres naturales se refleja en la alta cantidad de personas afectadas por inundaciones y otros eventos hidrometeorológicos. El país ocupa el puesto 40 de 193 en cuanto a vulnerabilidad a los riesgos de catástrofe, lo que destaca la necesidad de implementar medidas de mitigación de riesgos en el sector público y privado. Ante el aumento de la siniestralidad y los costos de seguros, es fundamental asumir los riesgos con una mejor planificación urbana y políticas de mitigación efectivas.
Es crucial para República Dominicana enfrentar el desafío de los desastres naturales con una estrategia integral que incluya la planificación urbana y la mitigación de riesgos. La falta de medidas preventivas puede tener consecuencias más costosas a largo plazo que el invertir en una respuesta adecuada. La población dominicana necesita estar preparada para hacer frente a los eventos naturales que puedan causar daños significativos en el país.
En conclusión, la República Dominicana enfrenta un alto riesgo de sufrir desastres naturales debido a su ubicación geográfica y la frecuencia de eventos climáticos extremos. Es fundamental implementar medidas de mitigación de riesgos y planificación urbana para reducir la vulnerabilidad del país y proteger a la población ante futuros desastres. Asumir los riesgos con una respuesta planificada y efectiva es clave para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos dominicanos.