Las autoridades encontraron los restos de Kristina Joksimovic, ex finalista de Miss Suiza, en el lavadero de su propia casa. A sus 38 años, había alcanzado la cima del glamour en concursos de belleza, pero su vida terminó de manera brutal a manos de su esposo, Thomas, de 41 años. Este no solo la estranguló, sino que también desmembró su cuerpo con herramientas como una sierra eléctrica, un cuchillo y tijeras de podar. Lo más macabro fue que utilizó una batidora de mano para convertir los restos en un puré y disolverlos en productos químicos.
El hallazgo del cadáver fue estremecedor, pero lo fue aún más la confesión de Thomas. Alegó haber actuado en defensa propia, afirmando que su esposa lo atacó con un cuchillo y que él la mató en pánico. Sin embargo, los informes forenses desmintieron su versión, revelando que Kristina fue estrangulada antes de ser mutilada y no había indicios de un ataque previo por parte de ella. Las autoridades se toparon con una escena escalofriante: herramientas ensangrentadas dispuestas meticulosamente en el lavadero, junto con una batidora de mano.
A pesar de que para los vecinos Thomas y Kristina parecían la pareja perfecta, tras el brutal asesinato comenzaron a salir a la luz indicios de un conflicto matrimonial. Amigos y conocidos los describían como una familia modelo, pero reportes sugerían que las tensiones entre ambos se habían agudizado en los meses previos, con episodios de violencia doméstica. Las autoridades investigaban denuncias anteriores de abuso, revelando una historia de violencia que Kristina parecía haber soportado en silencio, lo que finalmente llevó a la tragedia del 13 de febrero.
A medida que se revelaban los detalles del caso, los fiscales describían a Thomas como un hombre carente de empatía, con una "energía criminal" y una forma calculada de actuar. Su confesión intentaba mitigar la culpabilidad, pero solo puso de manifiesto su falta de remordimiento. Para los investigadores, Thomas no era solo un esposo en pánico, sino un individuo con rasgos sádico-sociopáticos, capaz de planificar meticulosamente la manera de encubrir el asesinato. La comunidad suiza quedó devastada por la tragedia, incluyendo a excompañeras de Kristina y la Miss Suiza 2006, Christa Rigozzi, quienes expresaron su shock y dolor públicamente.
El impacto de la tragedia no solo se sintió en los tribunales, sino en toda Suiza. La comunidad que había admirado a Kristina quedó conmocionada. Excompañeras de la exmodelo y otras personas expresaron su incredulidad y dolor ante el trágico desenlace. En redes sociales, los seguidores de Kristina dejaron comentarios de dolor y tristeza en sus últimas publicaciones, donde se la veía feliz y sonriente, ajena al horror que se avecinaba. La pareja aparentemente perfecta revelaba fisuras profundas detrás de la fachada, mostrando una historia de violencia y manipulación que culminó en un acto de brutalidad inimaginable que conmocionó a todo un país.