La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y su ministro de Asuntos Exteriores se encuentran en Kazán, Rusia, para asistir a la cumbre de los Brics. Venezuela busca formar parte del grupo de nueve países que buscan afirmar su poder en la escena internacional, sobre todo frente a los países occidentales. Nicolás Maduro, actual presidente venezolano, tiene una ideología antiimperialista.
En Venezuela, a pesar de la presencia de un gobierno antiimperialista, no existe un movimiento antioccidental masivo. Por el contrario, más de 7 millones de venezolanos han abandonado el país, un tercio de la población, muchos de ellos jóvenes huyendo de la crisis económica. Cuando se marchan, suelen mirar hacia Europa o Estados Unidos en lugar de Pekín o Moscú.
El petróleo venezolano presenta una palanca estratégica para el país. La victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales es cuestionada tanto interna como externamente, ya que su gobierno se caracteriza por una fuerte mano de hierro. A pesar de ello, los venezolanos tienden a adherirse a valores democráticos y liberales. Entrar en el Brics representaría una oportunidad para Venezuela, que se encuentra aislada internacionalmente.
La reelección de Nicolás Maduro está siendo impugnada por la Unión Europea y la OEA, mientras que la ONU ha condenado crímenes cometidos por su régimen. Venezuela necesita reconstruir su reputación, especialmente luego de ser afectada por sanciones occidentales que impiden la venta de su petróleo, principal fuente de ingresos. La adhesión al Brics podría facilitar la venta de sus recursos en el mercado internacional.
Venezuela podría enfrentar una espera de dos a tres años para unirse al grupo Brics, pero Brasil, aliado histórico de Caracas, no apoya el plan. Brasil argumenta que se debe tomar tiempo e incorporar estratégicamente a los nuevos Estados. A pesar de sus reservas de hidrocarburos, Venezuela se encuentra inmersa en una profunda crisis económica, por lo que recuperarse será un desafío que llevará años.
A pesar de los obstáculos y la situación económica compleja que enfrenta Venezuela, la posibilidad de ingresar en el grupo Brics representa una oportunidad para el país de afirmar su poder en la escena internacional y recuperar su reputación. A través de esta asociación, Venezuela podría encontrar un nuevo mercado para la venta de su petróleo y fortalecer sus relaciones con potencias emergentes como Rusia y China. Sin embargo, la oposición de Brasil y los desafíos económicos y políticos internos plantean barreras en el camino hacia la adhesión al Brics.