El presidente de Bolivia, Luis Arce, se pronunció sobre las acusaciones del destituido jefe militar Juan José Zuñiga, quien es acusado de liderar un intento de golpe de Estado en el país. Arce negó ser un político que busque ganar popularidad a través de la sangre del pueblo y detalló los hechos ocurridos durante el intento de golpe, en el que Zuñiga y un grupo de militares con tanques intentaron cambiar al gabinete de Gobierno y restablecer la democracia en Bolivia.
Arce describió cómo él y su gabinete vivieron el intento de golpe de Estado y explicó que había destituido a Zuñiga un día antes por violar la Constitución al amenazar con capturar al expresidente Evo Morales si este se presentaba como candidato en las elecciones de 2025. A pesar de que Zuñiga derribó la puerta de la sede del Gobierno con un tanque, tras ser confrontado por el presidente, se retiró y se replegó junto a sus seguidores.
Posteriormente, Zuñiga fue capturado por la Policía y durante su aprehensión acusó a Arce de haberle ordenado sacar los blindados para aumentar su popularidad. Sin embargo, el presidente aseguró que Zuñiga actuó por cuenta propia y que nunca estuvieron informados de sus intenciones. Arce describió el momento en que le ordenó al destituido jefe militar retirar a todas las fuerzas movilizadas y enfatizó que la planificación de un autogolpe no tenía sentido en su gobierno.
Arce también mencionó que 14 personas resultaron heridas por los seguidores de Zuñiga durante el intento de golpe, algunas de las cuales tuvieron que ser intervenidas quirúrgicamente. El presidente criticó la represión hacia el pueblo movilizado sin armas y reiteró que su gobierno no busca ganar popularidad a través de la violencia. López Obrador, presidente de México, elogió la respuesta de Arce al intento de golpe y expresó su solidaridad con el mandatario boliviano.
Las autoridades bolivianas continúan investigando el intento de golpe de Estado y los implicados en el mismo. Arce ha reiterado que su gobierno está comprometido con la defensa de la democracia y la estabilidad en el país, y ha llamado a la unidad nacional para superar esta crisis. La comunidad internacional ha condenado el intento de golpe y ha expresado su apoyo al presidente Arce en su lucha contra cualquier intento de desestabilización en Bolivia. Este incidente ha generado preocupación en la región sobre la persistencia de la violencia política en América Latina.