Para tener una presencia de calidad con los hijos, es importante que los padres quieran estar presentes y establecer la relación con sus hijos como una prioridad en sus vidas, afirma la psicóloga Leyshy Cabrera. Más allá de proveer cuidado, sustento, educación y protección, los padres deben ofrecer una presencia física y una relación integral, afectuosa, incondicional y de calidad con sus hijos. La crianza debe centrarse en factores sociales y culturales que formen parte de la rutina diaria de los niños.
Según la psicóloga clínica Leyshy Cabrera, la presencia de los padres es fundamental para los niños, ya que les proporciona una sensación de conexión, seguridad y pertenencia. Esta presencia les permite sentirse identificados y vinculados a sus raíces, lo que resulta en beneficios emocionales y psicológicos para su desarrollo. La ausencia de los padres en la crianza puede tener consecuencias como comportamientos disruptivos, dificultades para establecer vínculos, inestabilidad emocional, baja autoestima, problemas académicos y de adaptación.
La experta también señala que la relación entre padres e hijos comienza desde el mismo momento del nacimiento, ya que los bebés reconocen a sus padres desde entonces. La conexión que se establece durante el embarazo y los primeros años de vida del niño es crucial para su desarrollo emocional y cognitivo. De acuerdo con la psicóloga, cuando los niños comienzan a diferenciarse de la madre, se evidencian cambios significativos en la dinámica del cerebro, lo que potencia la independencia, creatividad, resolución de problemas y toma de decisiones de los niños.
En cuanto a la edad en la que los niños requieren mayor presencia de los padres, la doctora Cabrera menciona que desde su nacimiento es crucial para su desarrollo. Los estudios científicos demuestran que la presencia de los padres desde el principio de la vida del niño tiene un impacto positivo en su crecimiento y desarrollo. Según datos del informe general de Enhogar 2021, los hogares monoparentales representan la mayor cantidad de ausencia de uno de los padres, con un 23.6%. Este tipo de hogares están integrados por uno de los padres y uno o más hijos, y la ausencia del otro progenitor puede deberse a diversas circunstancias como divorcio, separación o muerte.
En resumen, la presencia de calidad de los padres en la vida de los niños es fundamental para su desarrollo emocional, cognitivo y social. Establecer una relación integral, afectuosa y de calidad con los hijos desde el nacimiento es esencial para su bienestar. La falta de presencia paterna puede tener consecuencias negativas en el desarrollo de los niños, como problemas de comportamiento, dificultades en el establecimiento de vínculos, inestabilidad emocional y baja autoestima. Es importante que los padres se involucren activamente en la crianza de sus hijos desde el inicio de sus vidas, ya que esto potencia su independencia, creatividad y capacidad de resolución de problemas.