El papa Francisco advirtió a los jóvenes que participarán en la próxima Jornada Mundial de la Juventud sobre el peligro de caer en un "afán de activismo vacío" y de perderse en el mundo virtual detrás de una pantalla. En una carta dirigida a los jóvenes para la 34ª JMJ, el pontífice argentino lamentó las situaciones dramáticas que generan desesperación y les impiden mirar al futuro con serenidad, como la guerra, las injusticias sociales, las desigualdades, el hambre y la explotación del ser humano y la Creación.
El papa Francisco expresó su preocupación por los jóvenes que a menudo son los más afectados por estas situaciones, sintiendo incertidumbre sobre el futuro y viendo limitadas las posibilidades para alcanzar sus sueños. Advierte sobre el riesgo de vivir sin esperanza, cayendo en un estado de hastío y tristeza. Señala que la presión social de alcanzar ciertos estándares de éxito en los estudios, el trabajo y la vida personal puede llevar a la depresión, provocando un activismo vacío que genera la sensación de nunca hacer lo suficiente.
El papa Francisco también menciona el cansancio interior y el hastío como factores que afectan a los jóvenes de hoy en día. Explica que el cansancio proviene de vivir en constante movimiento, llenando el día con miles de actividades pero sintiendo que nunca es suficiente. Por otro lado, el hastío se manifiesta en la apatía e insatisfacción de no involucrarse en nada, prefiriendo permanecer encerrados en su zona de confort viendo el mundo a través de una pantalla. Francisco insta a los jóvenes a no quedarse estancados en este estado, sino a convertirse en peregrinos de esperanza, sumergiéndose por completo en cada experiencia en lugar de acumular simples recuerdos.
El papa Francisco envió un mensaje de esperanza a los jóvenes, instándolos a abrir sus brazos a sus amigos y coetáneos mientras se acerca la apertura del Año Santo en diciembre. Les anima a no ser simples turistas en la vida, pasando superficialmente sin captar la belleza de lo que les rodea, sino a sumergirse por completo en cada experiencia y convertirla en parte de su búsqueda de la felicidad. El papa hace un llamado a no perderse en la tecnología y el activismo vacío, sino a comprometerse con el mundo de una manera más profunda y significativa.
En resumen, el papa Francisco advierte a los jóvenes sobre los peligros del activismo vacío y la apatía que pueden surgir al juzgar el mundo detrás de una pantalla. Les insta a no caer en el hastío y la tristeza, sino a convertirse en peregrinos de esperanza, sumergiéndose por completo en cada experiencia. Francisco les anima a abrir sus brazos a los demás y a vivir la vida de manera significativa, evitando ser simples turistas y acumulando experiencias superficiales.