Durante 50 años, los neoyorquinos han tirado la basura en bolsas de plástico en la acera, lo que ha causado problemas como derrames de basura en la calle y una proliferación de ratas. Sin embargo, ahora la ciudad de Nueva York ha implementado la obligación de utilizar contenedores con tapa para desechar la basura, una medida considerada revolucionaria en comparación con las prácticas anteriores.
Esta nueva normativa se aplicó a principios de este año para empresas y este mes se extendió a todos los edificios residenciales con menos de 10 unidades habitables. A pesar de los desafíos logísticos y de adaptación que esto implica para los neoyorquinos, muchos consideran que era hora de modernizar las prácticas de gestión de residuos en la ciudad.
La cantidad de basura generada en la ciudad de Nueva York es significativa, con unos 20 millones de kilos de residuos arrojados a la calle todos los días. Anteriormente, las bolsas de plástico habían reemplazado a los contenedores de metal, lo que cambió la forma en que la basura se desechaba en la ciudad. Sin embargo, ahora se busca revertir este sistema y volver a contener la basura en contenedores duraderos con tapa.
A pesar de los desafíos que representa la nueva normativa, como la falta de espacio para los contenedores en algunos barrios y el trabajo adicional que implica para los residentes de los edificios sacar y recoger los contenedores, se espera que a largo plazo mejore la limpieza y la eficiencia en la recolección de basura en la ciudad de Nueva York. Aunque actualmente se están emitiendo advertencias por incumplimiento, se espera que eventualmente los neoyorquinos se acostumbren a esta nueva forma de desechar la basura y que mejore la calidad de vida en la ciudad.