El 6 de julio se celebra el Día Internacional del Beso Robado, una festividad que ha ido ganando popularidad con el tiempo. La tradición se remonta a la Gran Bretaña del siglo XIX, donde los hombres solían robar besos a las mujeres que les gustaban. Aunque no ha sido declarada oficialmente, cada año este día se vuelve más popular en diferentes partes del mundo y las redes sociales se llenan de imágenes alusivas a la celebración.
La idea detrás del Día Internacional del Beso Robado es celebrar el amor y la pasión, sin embargo, también resalta la importancia del consentimiento en las relaciones amorosas. Aunque en el mundo cinematográfico los besos robados puedan parecer románticos, en la vida real pueden ser percibidos como una forma de acoso y violencia si la otra persona no consiente el contacto. Por tanto, es crucial respetar los límites y la voluntad de la pareja en todo momento.
A pesar de que el origen de esta práctica es desconocido, se sabe que el beso robado más famoso y polémico a nivel internacional fue capturado en una fotografía por el artista Alfred Eisenstaedt. En la imagen se ve a un marinero besando a una enfermera en Times Square, Nueva York, durante la celebración del fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945. A pesar de que los protagonistas declararon que el beso no fue romántico, sino una forma de celebrar, la imagen ha sido objeto de debate en relación al consentimiento.
El consentimiento en la pareja es un tema crucial en la actualidad, y se considera como un límite claro entre lo que una persona acepta hacer en una relación sexo-afectiva. Según la Amnistía Internacional, el consentimiento debe ser libre, informado, concreto, reversible y entusiasta. En México, la falta de consentimiento ha sido identificada como uno de los factores que contribuyen a la violencia en el noviazgo, según la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN) 2021.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México tipifica como violencia contra las mujeres y niñas cualquier acción basada en su género u omisión que les cause daño. Frente a esto, la Amnistía Internacional enfatiza la importancia de detenerse y preguntar ante la duda en situaciones donde se requiera el consentimiento. El consentimiento se basa en la comunicación y el respeto mutuo en una relación, y es fundamental para prevenir la violencia y el acoso en cualquier contexto.