La tensión entre Irán e Israel alcanzó un punto crítico cuando Irán lanzó un ataque directo con drones y misiles contra Israel en represalia por un ataque a su consulado en Damasco, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán. Israel niega estar detrás de este ataquee, pero se cree que sí. Estos dos países han estado involucrados en una guerra en la sombra durante años, sin admitir responsabilidad por los ataques. La relación entre ambos se volvió tensa después de la Revolución Islámica de 1979 en Irán, que rechazó el derecho de Israel a existir.
El ataque contra el consulado en Damasco resultó en la muerte de altos comandantes de la Guardia Revolucionaria de Irán, incluido el general de brigada Mohammad Reza Zahedi. Irán consideró este ataque una violación de su soberanía y responsabilizó a Israel, lo que desencadenó la ofensiva del fin de semana pasado. Este ataque forma parte de una serie de ataques aéreos generalmente atribuidos a Israel contra objetivos iraníes en Siria, donde Irán canaliza armas y equipos a través de Siria a Hezbolá en Líbano.
Irán ha formado una red de aliados y fuerzas proxy en la región, como Siria, Hezbolá en Líbano, milicias chiitas en Irak y el movimiento hutí en Yemen, para desafiar los intereses de Estados Unidos e Israel en la región. También apoya a Hamás en Gaza. A pesar de que Irán niega su participación en el ataque de Hamás contra Israel en octubre del año pasado, sigue respaldando a grupos armados palestinos. Israel, por su parte, ha respondido a estos ataques en defensa propia.
En términos de capacidades militares, Israel cuenta con una fuerza aérea avanzada y experiencia en ataques en territorio enemigo, mientras que Irán ha invertido en misiles y drones, aunque carece de sistemas modernos de defensa aérea y aviones de combate. Se cree que Rusia está colaborando con Irán para mejorar estas capacidades a cambio de su apoyo militar. Aunque Israel mantiene una política de ambigüedad sobre sus armas nucleares, se supone que tiene su propio arsenal nuclear, mientras que Irán niega tener armas nucleares y afirma que su programa nuclear civil no busca desarrollarlas.
El ataque de Irán contra Israel se interpretó como un mensaje escalofriante de su capacidad y alcance, mostrando una respuesta directa en lugar de utilizar a sus aliados en la región. Aunque los dirigentes de ambos países están bajo presión interna y críticas internacionales, este ataque parece haber sido cuidadosamente calibrado para mostrar su capacidad sin necesariamente escalar la situación. Expertos consideran que Irán logró demostrar su poderío y desafiar a Israel de forma directa, marcando un hito en la tensa relación entre ambos países en Medio Oriente.