En la actualidad, cada vez más jóvenes de la generación Z y los millennials prefieren no contestar llamadas telefónicas. Una encuesta reciente reveló que una de cada cuatro personas de entre 18 y 34 años optan por ignorar las llamadas, responder vía mensaje de texto o buscar el número en internet antes de decidir si contestar.
Para estas generaciones más jóvenes, el uso de servicios de mensajería de texto es preferido por cerca del 7%. Esto contrasta con generaciones mayores, para quienes hablar por teléfono sigue siendo algo normal. La preferencia por los mensajes de texto se puede ver reflejada en la serie "Heartstopper", donde personajes como Nick y Charlie prefieren mensajes a llamadas.
El uso de mensajes de texto ha venido en aumento en las nuevas generaciones, siendo una forma de comunicación más cómoda y conveniente en comparación con las llamadas telefónicas. La preocupación por costos de llamadas, la comodidad y la facilidad de envío han llevado a que las personas opten por esta alternativa.
La ansiedad en torno a las llamadas telefónicas puede deberse a una asociación con malas noticias o preocupaciones. Muchos jóvenes sienten una especie de temor al recibir una llamada inesperada, pensando lo peor. Este cambio en la forma de comunicación puede impactar en las relaciones interpersonales y generar una mayor preferencia por métodos más asincrónicos.
A pesar de la aversión a las llamadas telefónicas, las notas de voz han dividido a las nuevas generaciones. Mientras algunos jóvenes prefieren las notas de voz por ser una forma más amable de comunicarse, otros las encuentran tediosas y prefieren los mensajes de texto. Esta diversidad de preferencias refleja la complejidad de las interacciones verbales en la era digital.
En el ámbito laboral, la fobia a las llamadas telefónicas también está presente. La preferencia por los mensajes de texto en lugar de llamadas puede influir en la comunicación y las relaciones profesionales. Sin embargo, adaptarse a estas tendencias y encontrar un equilibrio entre las distintas formas de comunicación puede ser clave para una buena convivencia laboral y personal en la era digital.