Las plataformas de comercio electrónico chinas están viendo un aumento en las ventas de réplicas de medallas olímpicas, especialmente las de los recientes Juegos de París 2024. Estas réplicas falsas son elaboradas principalmente con aleación de zinc, imitan el diseño de las medallas auténticas que contienen plata, oro y un fragmento de hierro de la Torre Eiffel. Los precios de estas réplicas oscilan entre 100 y 400 yuanes, lo que las convierte en un producto asequible para muchos consumidores.
Hay variados motivos para adquirir estas imitaciones. Algunos coleccionistas las buscan como objetos de recuerdo, mientras que otros las utilizan como incentivos para sus hijos, aprovechando el poder motivacional asociado a las medallas de oro. Los datos de una tienda de la popular plataforma de comercio Taobao, del gigante digital Alibaba, muestran que vendieron casi 1,000 ejemplares de estas réplicas, además de asegurar que al menos 10,000 usuarios marcaron el producto como "deseado", y otros 30,000 visualizaron la página con las especificaciones de las medallas.
Sin embargo, la fabricación y venta de estas réplicas infringe la normativa china sobre protección de marcas y derechos de autor. El logo olímpico está protegido por leyes específicas y su uso no autorizado puede acarrear sanciones económicas considerables. Las autoridades chinas pueden imponer multas que van de los 50,000 a los 250,000 yuanes a quienes sean sorprendidos comercializando estos productos sin licencia. Además, se enfrentan a la confiscación de la mercancía y de los equipos utilizados para su fabricación.
Además de las medallas, otras insignias olímpicas como las mascotas también son objeto de falsificaciones dentro del extenso mercado de las plataformas de comercio electrónico del gigante asiático. Los Juegos Olímpicos de París 2024 celebraron su ceremonia de clausura con Estados Unidos en el puesto más alto del medallero con 126 medallas, seguido de China con 91 preseas.
En resumen, las réplicas de medallas olímpicas están experimentando un auge en las plataformas de comercio electrónico chinas, especialmente las de los recientes Juegos de París 2024. Estas réplicas falsas son elaboradas con aleación de zinc y imitan el diseño de las auténticas, con precios accesibles para los consumidores. Sin embargo, la fabricación y venta de estas réplicas infringe la normativa china sobre protección de marcas y los derechos de autor, lo que puede resultar en sanciones económicas considerables para los infractores.