Unos 300,000 manifestantes salieron a las calles de Tel Aviv para protestar contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, luego de la muerte de seis rehenes en Gaza. Entre los manifestantes se encontraba Tal Horowitz, quien expresó su descontento por la falta de protección del gobierno israelí durante casi once meses de guerra en Gaza, en la que aún hay 97 cautivos en manos de Hamás. Horowitz declaró que si el gobierno no hace todo lo posible para rescatar a los rehenes, Israel no podrá seguir existiendo.
La noticia de la muerte de los seis rehenes, cuyos cuerpos fueron recuperados por el Ejército en un túnel en el sur de la Franja de Gaza, provocó una ola de indignación en Israel. Muchos ciudadanos consideran que un acuerdo de alto el fuego habría evitado esta tragedia. Las protestas se extendieron por todo el país, con Tel Aviv como epicentro, y llegaron incluso a ciudades como Jerusalén y Haifa. Los manifestantes ven en esta situación una oportunidad para presionar al Gobierno a buscar un acuerdo de alto el fuego con Hamás.
Según informes de medios locales, alrededor de 300,000 personas participaron en las manifestaciones en Tel Aviv, donde los manifestantes bloquearon autopistas e incluso crearon barricadas con neumáticos en llamas. En Haifa, al norte de Israel, miles de personas bloquearon los accesos a la ciudad con la bandera nacional en alto. Las protestas continuarán en los próximos días, ya que la mayor organización de sindicatos de Israel, Histadrut, anunció una huelga general a partir del lunes, que afectará incluso al aeropuerto internacional de Tel Aviv.
Benjamín Netanyahu, por su parte, pidió perdón a la familia de uno de los rehenes, Alexander Lobanov, por no haber logrado su rescate con vida. El primer ministro expresó su lamento a los padres del joven, Oxana y Grigory Lobanov, en medio de la creciente furia contra su gobierno por no firmar un acuerdo de tregua. La situación en Israel es tensa debido a la indignación por la muerte de los rehenes y la falta de acción por parte del gobierno para evitarlo.
Las manifestaciones en Israel reflejan la frustración y la rabia de la población ante la inseguridad y los constantes conflictos en la región. Los israelíes exigen medidas concretas para proteger a sus ciudadanos y evitar pérdidas humanas como las ocurridas en esta ocasión. La presión sobre el Gobierno de Netanyahu es cada vez mayor, y se espera que las protestas y la huelga general programada tengan un impacto significativo en las decisiones políticas en medio de la crisis actual. Los ciudadanos buscan respuestas y acciones claras para garantizar la seguridad y la estabilidad en el país.