En el mundo laboral actual, la flexibilidad, la cultura abierta y la atracción y retención de talento son elementos clave para las marcas empleadoras. La Generación Z, nacida entre 1995 y 2000, busca trabajos remotos, ser dueños de sus tiempos y no estar limitados geográficamente. El home office se ha vuelto el predeterminado para ellos, en contraste con décadas anteriores donde la presencialidad era la norma. Las empresas han comenzado a adoptar formatos flexibles como una ventaja competitiva para atraer a estos jóvenes talentosos.
En términos de cultura, las compañías están pasando de simplemente hablar sobre su cultura organizacional a demostrarla con acciones concretas. La Generación Z busca ver resultados prácticos de diversidad e inclusión, liderazgo auténtico que fomente el diálogo y ambientes de trabajo inclusivos. Las empresas deben demostrar sus valores en lugar de simplemente proclamarlos, ya que los jóvenes no tienen tiempo para discursos falsos o engañosos.
Los programas de referidos han crecido en popularidad en diversas empresas, permitiendo que tanto empleadores como candidatos se beneficien al obtener referencias y validaciones mutuas. Los jóvenes de hoy en día están dispuestos a asumir riesgos cambiando de trabajo si sienten que no encajan, valorando más las experiencias laborales que la estabilidad a largo plazo en una sola empresa. El concepto de hacer carrera en una sola empresa toda la vida ha evolucionado hacia una acumulación de experiencias variadas.
El fenómeno del ghosting, donde tanto empleadores como candidatos dejan de comunicarse de manera repentina, es cada vez más común en el mundo laboral actual. Las empresas deben adaptarse a modelos híbridos que combinan trabajo presencial y remoto, mientras que los jóvenes deben aceptar cierto grado de consenso en términos de trabajo híbrido. Aunque la conectividad virtual es importante, las interacciones presenciales siguen siendo esenciales para mantener una cultura corporativa fuerte.
Para atraer y retener a jóvenes talentos, las empresas deben adaptarse a las nuevas demandas y preferencias de la Generación Z. La flexibilidad laboral, la cultura organizacional auténtica y la valoración de la diversidad e inclusión son aspectos clave para estas nuevas generaciones. En un mundo laboral en constante evolución, el punto de partida para las empresas es comprender y adaptarse a las necesidades y expectativas de los talentos jóvenes.