A pesar de años de investigación, los expertos aún no han desarrollado una prueba para diagnosticar el cáncer de ovario en una fase temprana. Este tipo de cáncer tiende a extenderse fácilmente desde el ovario a otros órganos del abdomen y la pelvis, como los intestinos, los ganglios linfáticos, el hígado y la pared abdominal. Los ovarios forman parte del aparato reproductor femenino y el cáncer se produce cuando crecen células anormales en los ovarios o las trompas de Falopio y se multiplican sin control.
Los síntomas del cáncer de ovario que más pueden identificar las mujeres son: dolor, malestar, distensión pélvica o abdominal, cambios en sus hábitos alimentarios, sentirse llenas después de comidas pequeñas y perder el apetito. Otros signos pueden ser cambios abdominales, como diarrea o estreñimiento, y orinar con más frecuencia (micción frecuente). Ante estos signos, se recomienda programar una visita con el médico de inmediato. Aún no se conoce la causa exacta del cáncer de ovario, pero está relacionado con condiciones genéticas y factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer de ovario, pertenecer a ciertas poblaciones, la edad y mutaciones genéticas.
El diagnóstico del cáncer de ovario se basa en una biopsia y puede ser complementado con pruebas de imagen como ecografía pélvica, resonancia magnética, tomografía computarizada y emisión de positrones, así como análisis de sangre para medir el marcador tumoral CA125. En ocasiones, el diagnóstico solo se realiza a través de una exploración quirúrgica y la extirpación de quistes ováricos u otras masas anormales. La cirugía laparoscópica es un procedimiento mínimamente invasivo que permite examinar el interior del abdomen y la pelvis, realizar biopsias de estadificación y en algunos casos, llevar a cabo cirugías completas.
Es importante estar atentos a los signos y síntomas del cáncer de ovario y consultar con un médico si se presentan. Algunos factores de riesgo como la genética familiar, ciertas poblaciones, la edad y mutaciones genéticas pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Es crucial someterse a pruebas de detección y monitoreo si se tiene factores de riesgo, para poder identificar el cáncer en etapas tempranas y aumentar las posibilidades de tratamiento exitoso y supervivencia.
En resumen, el cáncer de ovario sigue siendo un desafío en términos de diagnóstico temprano, pero es fundamental estar consciente de los síntomas y factores de riesgo. La investigación y la tecnología médica continúan avanzando para mejorar la detección y el tratamiento de esta enfermedad. Con una mayor conciencia y acceso a pruebas médicas adecuadas, se puede mejorar la detección y supervivencia de las mujeres con cáncer de ovario. Es importante tomar medidas preventivas y consultar a un profesional de la salud si se sospecha de la presencia de esta enfermedad.