Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, ha estado en el centro de la polémica durante varias semanas, siendo ahora el foco político cada vez más complicado. Tanto es así que Pedro Sánchez ha anunciado que cancelará su agenda pública durante unos días para reflexionar sobre si debe seguir al frente del Gobierno después de las investigaciones a su esposa. Esto ha generado una gran controversia en la sociedad y ha llevado al presidente a cuestionar su permanencia en el cargo.
La última polémica que rodea a Begoña Gómez tiene que ver con su presunto vínculo "económico y profesional" con Air Europa, una de las compañías rescatadas por el Gobierno durante la pandemia. El Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid ha abierto una investigación contra ella por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, a raíz de una denuncia presentada por la organización Manos Limpias. Esta situación ha causado preocupación en el seno del Gobierno y ha obligado a Sánchez a referirse públicamente a este asunto en la sesión de control.
La controversia surgió a raíz del caso Koldo, un presunto caso de corrupción a través de contratos firmados durante la pandemia que involucra al exasesor del exministro de Fomento José Luis Ábalos. Según informes, Begoña Gómez se reunió con el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, mientras este negociaba el rescate de la aerolínea. Aunque Gómez había dejado su puesto en el Instituto de Empresa en 2022, su relación con Hidalgo viene de atrás. El PP ha señalado la posibilidad de llamar a Gómez para comparecer en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado.
La denuncia presentada por el PP alega que Air Europa financió la cátedra universitaria de la pareja del presidente del Gobierno poco después de que Sánchez llegara al poder en 2018. Además, se mencionan contratos adjudicados por el Gobierno a empresarios recomendados por Gómez. El PP ha instado a Sánchez a dar explicaciones sobre este asunto, considerando que es él quien debe rendir cuentas por las decisiones tomadas por su Gobierno. La intención de los populares es desgastar al líder del Ejecutivo a través de este caso.
Tanto en Moncloa como en Ferraz, sede del PSOE, se han puesto en duda las acusaciones contra Begoña Gómez, calificándolas como una estrategia para difamar y ensuciar la imagen de la esposa de Sánchez. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha señalado que no hay pruebas sólidas que respalden estas acusaciones y ha criticado la necesidad de demostrar la inocencia en lugar de la culpabilidad. El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, también ha defendido a Gómez y ha expresado su hartazgo ante las acusaciones infundadas.
En resumen, la situación de Begoña Gómez ha generado un gran revuelo en la política española, con acusaciones de tráfico de influencias y corrupción que la han situado en el ojo del huracán. Su presunto vínculo con Air Europa y otros empresarios ha puesto en entredicho la ética y transparencia del Gobierno de Pedro Sánchez, generando incertidumbre sobre su continuidad en el cargo. La controversia en torno a su figura ha polarizado la opinión pública y ha llevado al presidente a replantearse su futuro en medio de un clima político cada vez más enrarecido.