República Dominicana y otras 17 naciones firmaron una declaración conjunta en la que exigen a Venezuela el respeto a los derechos humanos, la publicación inmediata de todas las actas de las elecciones del 2 de agosto y la liberación urgente de los detenidos, incluidos los opositores. Solicitan el regreso a Venezuela de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y garantizar las condiciones para su trabajo.
La declaración, leída por el canciller dominicano, Roberto Álvarez, hace un llamado a la sensatez y la cordura en Venezuela en este momento crucial para el país y la región. Se insta a todos los actores sociales y políticos a actuar con mesura en sus acciones públicas. El documento fue emitido en Santo Domingo durante la juramentación de Luis Abinader para su segundo período de Gobierno y llama a las autoridades venezolanas a respetar los principios democráticos.
Entre las naciones que firman la declaración se encuentran España, Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Reino Unido, Guyana, Panamá y Argentina. Exigen la publicación inmediata de todas las actas originales de las elecciones que declararon a Maduro como ganador, con verificación imparcial internacional, ya que las actas digitales muestran resultados diferentes a los publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. Consideran que la publicación de las actas garantiza el respeto a la voluntad del pueblo expresada en las urnas.
También se solicita el respeto a los principios de libertad de los venezolanos, en particular el derecho a la libertad de expresión y a manifestarse pacíficamente. Se deploran las detenciones arbitrarias, pidiendo la liberación inmediata de los detenidos y el cese de la violencia en el país. Se evalúa y se repudia lo ocurrido tras los resultados electorales en Venezuela, con la participación de numerosas repúblicas y reinos en la declaración.
Por último, se hace un llamado al diálogo de buena fe para llegar a un acuerdo político que fomente la conciliación, la seguridad pública, la democracia y la paz en Venezuela. Se rechaza la represión y la violencia que han costado vidas en el país y se condenan los arrestos arbitrarios. La declaración conjunta busca contribuir a un ambiente de respeto a los derechos humanos y a la democracia en Venezuela, instando a todas las partes a actuar de manera responsable y pacífica en busca de una solución a la situación política actual.