José Raúl Mulino, ganador de las elecciones presidenciales en Panamá, enfrenta grandes desafíos, como la crisis económica, la lucha contra la corrupción y recuperar la confianza en el país. La oposición estará vigilando de cerca su gestión, ya que es considerado el delfín del exmandatario Ricardo Martinelli, quien está inhabilitado y asilado en la Embajada de Nicaragua. Mulino prometió orientar su gestión al respeto al orden constitucional y la separación de poderes, así como gestionar un Gobierno de unidad nacional.
Su Gobierno encontrará a Panamá en una crisis económica, con una caída en el ritmo de crecimiento del PIB y problemas de empleo sin resolver. También enfrentará la crisis hídrica en el canal interoceánico y el cierre de la mina Cobre Panamá. El economista Felipe Chapman destaca la necesidad de recuperar la confianza en el país, formar un Gobierno de unidad nacional y atraer talento técnico. Esto sería fundamental para enfrentar los desafíos que se presentan y manejar una nueva Asamblea con diferentes grupos políticos.
La constitucionalista Ernesto Cedeño enfatiza la importancia de respetar el Estado de derecho y fortalecer la separación de poderes para prevenir la corrupción. El nuevo Gobierno debe permitir que la Asamblea funcione libremente y ejerza su papel como contrapeso. Cedeño advierte contra la promoción de normas que no respeten la constitución, como indultos o amnistías para casos de corrupción. La incertidumbre sobre las intenciones de Mulino respecto a Martinelli se mantiene, ya que se ha mencionado la posibilidad de un indulto o salvoconducto.
El reto de Mulino es gestionar la crisis económica y promover el crecimiento en un escenario de desconfianza y desafíos estructurales. Su compromiso con un Gobierno de unidad nacional y la transparencia en la gestión serán clave para recuperar la confianza de la población y enfrentar la heterogeneidad de la nueva Asamblea. El analista José Eugenio Stoute destaca la importancia de observar de cerca los primeros pasos de Mulino en su presidencia, especialmente en lo que respecta a la situación de Martinelli.
En medio de la incertidumbre sobre el futuro de Panamá y las intenciones de José Raúl Mulino, la población y la oposición estarán atentos a la gestión del nuevo gobierno y a su capacidad para enfrentar los desafíos del país. La necesidad de fortalecer el Estado de derecho, combatir la corrupción y promover la unidad nacional serán pilares fundamentales en el mandato de Mulino. La transparencia en la gestión y el respeto a la constitución serán clave para el éxito de su presidencia y para reconstruir la confianza en Panamá.