Las investigaciones sobre las severas turbulencias en un vuelo de Singapore Airlines revelaron que el avión cayó aproximadamente 178 pies en 4,6 segundos. Durante el vuelo Londres-Singapur, un pasajero murió y decenas resultaron heridos cuando el avión se encontró con turbulencias sobre Myanmar y fue desviado a Tailandia. La compañía aérea está cooperando con las investigaciones y brindando apoyo a los afectados, cubriendo los gastos médicos y hospitalarios, así como cualquier asistencia adicional que puedan necesitar.
Los hallazgos preliminares de la Oficina de Investigación de Seguridad del Transporte encontraron que los rápidos cambios en la fuerza gravitacional y la caída de altitud probablemente lesionaron a quienes no llevaban puesto el cinturón de seguridad en el avión. La secuencia de eventos ocurrió cuando el vuelo operaba normalmente hasta que probablemente sobrevoló un área de actividad convectiva en desarrollo en el sur de Myanmar a 37,000 pies de altitud. La rápida caída de 178 pies provocó lesiones en la tripulación y los pasajeros, lo que llevó a la decisión de desviarse hacia el aeropuerto de Suvarnabhumi en Bangkok, Tailandia.
A bordo del avión viajaban 211 pasajeros y 18 tripulantes, el británico de 73 años, Geoff Kitchen, falleció de un presunto ataque cardíaco y más de 100 pasajeros fueron trasladados al hospital en Bangkok para recibir tratamiento. Un pasajero describió la experiencia como una montaña rusa vertical y relató que todas las máscaras de oxígeno se soltaron y parte del interior del avión resultó dañado. Singapore Airlines enfatizó que la seguridad y el bienestar de los pasajeros y la tripulación son sus principales prioridades y agradeció la ayuda brindada por los gobiernos de Singapur y Tailandia, así como por los equipos médicos.
El director del hospital Samitivej Srinakarin informó que el personal trató a varias personas por lesiones en el cráneo, la columna, los huesos, los músculos y otras dolencias causadas por las turbulencias. Hasta el momento, 42 pasajeros seguían en Bangkok recibiendo tratamiento médico, 26 de ellos en el hospital. La aerolínea continúa trabajando con las autoridades para finalizar las investigaciones y determinar las causas de las severas turbulencias que afectaron el vuelo. La TSIB opera bajo el Ministerio de Transporte de Singapur y se espera que continúe investigando el incidente para garantizar la seguridad de los vuelos futuros.