En Venezuela, según la ONG Foro Penal, actualmente hay 1.953 presos políticos, la mayoría de los cuales fueron detenidos en el contexto de la crisis poselectoral. Esto constituye el mayor número de presos políticos en Venezuela en el siglo XXI, con 69 adolescentes y 1.884 adultos entre ellos. La mayoría de las detenciones se llevaron a cabo después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue reelegido en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición.
De acuerdo con el Foro Penal, la gran mayoría de los presos políticos en Venezuela son hombres civiles, aunque también hay un número significativo de mujeres y militares detenidos. Solo 148 de ellos han sido condenados, mientras que 1.805 siguen detenidos sin condena. La organización ha enviado la lista completa de presos políticos a Naciones Unidas y a la OEA para su verificación y certificación. A pesar de que el Gobierno reporta cifras de muertos y detenidos más bajos, el Foro Penal destaca que solo cuentan como detenciones arbitrarias aquellas sin elementos de culpabilidad.
Durante las protestas generadas por la crisis poselectoral, el Gobierno venezolano responsabilizó a los manifestantes de generar violencia y vandalismo en sedes públicas, mientras que la oposición acusó a las fuerzas de seguridad del Estado de represión. En medio de estas tensiones, familiares de los presos políticos protestaron frente al Ministerio de Servicio Penitenciario en Caracas exigiendo un trato digno para los reclusos, debido a las condiciones deplorables de encarcelamiento, incluyendo el estado deficiente de la comida.
La líder opositora María Corina Machado dedicó el premio Sájarov a la libertad de conciencia, otorgado por el Parlamento Europeo, a los presos políticos que luchan contra la tiranía del Gobierno. La situación de los presos políticos en Venezuela ha generado preocupación a nivel internacional, con organizaciones como el Foro Penal denunciando detenciones arbitrarias y condiciones inhumanas de encarcelamiento. A pesar de las tensiones políticas y la represión a los manifestantes, la oposición sigue luchando por la democracia y la libertad en el país. La comunidad internacional sigue de cerca la situación en Venezuela y exige el respeto a los derechos humanos y la liberación de los presos políticos.