Según un informe de la Binuh, al menos 1.223 personas murieron y 522 resultaron heridas en Haití entre julio y septiembre de este año a causa de la violencia y la lucha contra las bandas. Se destaca que entre las víctimas hay 6 niños de 10 años y 170 personas secuestradas para pedir rescate, principalmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe. También se menciona la persistencia de denuncias de ejecuciones sumarias, en las que estarían involucradas unidades especializadas de la Policía Nacional.
La violencia también ha afectado a mujeres y niñas, con continuos actos de violencia sexual por parte de las bandas, algunas de las cuales han sido violadas y asesinadas. Durante este trimestre, al menos 59 niños y niñas fueron víctimas de asesinatos, lesiones, secuestros y violencia sexual, además de la trata de personas y el reclutamiento por parte de las bandas. La situación de inseguridad y violencia en Haití es alarmante, lo que lleva a la Binuh a recomendar a la comunidad internacional mantener al país en su agenda y acelerar el despliegue completo de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, respetando los estándares de derechos humanos.
Además, se sugiere que los Estados de la región refuercen las inspecciones de los cargamentos con destino a Haití, incluyendo puertos marítimos y aeropuertos, de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que imponen un embargo de armas. También se destaca la importancia de que el Gobierno haitiano acelere la investigación de antecedentes de los miembros de la Policía Nacional y lleve ante la justicia a aquellos implicados en graves violaciones de los derechos humanos. En este contexto, se hace mención a la manifestación liderada por el jefe de la banda armada G9, Jimmy Cherisier, en la que se pedía la dimisión del primer ministro haitiano, Ariel Henry.
La violencia en Haití ha cobrado un alto número de víctimas, incluyendo niños, mujeres y hombres inocentes, lo que ha generado preocupación a nivel nacional e internacional. La situación de inseguridad y violencia en el país sigue en aumento, con constantes actos de violencia sexual y ejecuciones sumarias, lo que pone en riesgo la vida y la integridad de los haitianos. Ante esta situación, es crucial que se tomen medidas urgentes para proteger a la población y garantizar el respeto de los derechos humanos en el país.
Las recomendaciones de la Binuh, enfocadas en el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, el embargo de armas y la investigación de antecedentes de la Policía Nacional, buscan contribuir a la restauración de la paz y la estabilidad en Haití. Es necesario un esfuerzo conjunto de la comunidad internacional, los Estados de la región y el Gobierno haitiano para abordar de manera efectiva la crisis de violencia y garantizar un ambiente seguro para todos los ciudadanos. La situación actual en Haití requiere una acción inmediata y coordinada para proteger los derechos y la vida de la población.