La semana pasada en Líbano miles de beepers y walkie-talkies explotaron, hiriendo a miles de personas y causando al menos 39 muertes. Se está reconstruyendo cómo ocurrió esta operación, con Hezbolá culpando a Israel, aunque este último país no ha hecho comentarios al respecto. La BBC siguió la pista de los acontecimientos desde Taiwán hasta Líbano, pasando por Hungría e Israel.
Al parecer, los beepers podrían haber sido equipados con explosivos antes de llegar a manos de los miembros de Hezbolá, según expertos. La empresa taiwanesa Gold Apollo negó su participación en la operación, señalando a una empresa húngara llamada BAC Consulting. Sin embargo, se ha sugerido que BAC Consulting podría ser una fachada de la inteligencia israelí, según informes del New York Times. Las autoridades búlgaras han comenzado a investigar a una firma conectada a BAC.
En cuanto a los walkie-talkies, se sospecha que fueron detonados por mensajes electrónicos enviados a los dispositivos. La incertidumbre sigue creciendo en Líbano, con la población preocupada de que otros dispositivos como cámaras, teléfonos o laptops también puedan estar equipados con explosivos. El ejército libanés ha estado en las calles de Beirut utilizando robots de desactivación de bombas para llevar a cabo explosiones controladas.
Surgen preguntas sobre por qué ocurrió el ataque en este momento. Algunas teorías sugieren que Israel pudo haber querido enviar un mensaje a Hezbolá después de un año de hostilidades transfronterizas. Otra teoría es que Israel se vio obligado a llevar a cabo el ataque antes de lo planeado, por temor a ser descubierto. Según Axios, el plan original era parte de una estrategia para paralizar a los combatientes de Hezbolá.
La pregunta de cómo fueron interceptados los walkie-talkies sigue sin respuesta, con algunas fuentes indicando que podrían ser productos falsificados no fabricados por la compañía japonesa ICOM. Se desconoce qué tipo de mensaje activó los dispositivos detonantes. En medio de la incertidumbre, los habitantes de Líbano están en alerta haciendo uso de dispositivos de desactivación de bombas para evitar más explosiones. La tensión sigue en aumento en la región.
En resumen, el ataque con beepers y walkie-talkies explosivos en Líbano ha generado una serie de incógnitas sobre cómo se llevó a cabo y quiénes están detrás de los dispositivos. La implicación de diversas empresas y la posibilidad de una operación de inteligencia detrás de los ataques han mantenido a la sociedad libanesa en alerta. La incertidumbre sobre la seguridad de otros dispositivos electrónicos y las posibles motivaciones detrás del ataque mantienen en vilo a la población local y a la comunidad internacional.