La organización Human Rights Watch ha alertado sobre la situación de los menores en Haití, quienes son reclutados por bandas armadas a causa del hambre y la pobreza. Centenares de estos menores se han unido a grupos armados en respuesta a las operaciones de seguridad en el país. Por ello, HRW insta a las autoridades a priorizar la protección y reinserción de estos niños, brindándoles acceso a servicios esenciales y oportunidades legales para su readaptación.
Según estimaciones, al menos el 30% de los miembros de las bandas armadas en Haití son menores, quienes se ven obligados a participar en actividades delictivas como extorsión, saqueos, secuestros y hasta muertes. Incluso las chicas se enfrentan a la violencia sexual dentro de estas bandas. Si se niegan a participar en actos delictivos, son maltratados, golpeados o amenazados de muerte. Ante esta cruda realidad, organizaciones humanitarias y de derechos humanos han documentado casos de ejecuciones sumarias y linchamientos de menores en el país.
Para abordar esta problemática, es necesario que el Gobierno de transición en Haití implemente programas específicos de desarme, desmovilización y reinserción para los menores implicados en actividades de grupos criminales. Asimismo, se requiere un mayor apoyo financiero para garantizar su acceso a la educación y otros servicios esenciales. Los menores que se encuentran en estas bandas deben tener la oportunidad de abandonarlas de forma segura y acceder a la justicia para reconstruir sus vidas.
Los menores que se unen a las bandas armadas lo hacen principalmente por la necesidad de obtener comida, renta y un techo. Las condiciones de pobreza extrema en las que viven los empujan a unirse a estas organizaciones criminales como una forma de sobrevivir. Las autoridades en Haití deben brindar protección, acceso a servicios esenciales y oportunidades de reintegración a estos niños, cuyas vidas se ven limitadas por la violencia y la delincuencia en las calles de Puerto Príncipe.
A pesar de los esfuerzos de organismos internacionales y locales para apoyar a los menores previamente vinculados a bandas armadas, el Gobierno de Haití carece de una estrategia integral para abordar esta crisis. Es fundamental reforzar el apoyo internacional a iniciativas que promuevan la protección de estos menores, su acceso a la educación y otras oportunidades que les permitan salir de las bandas de forma segura. Dar prioridad a la protección de los menores es esencial para prevenir el reclutamiento y garantizar un futuro mejor para la infancia en Haití.