La Justicia peruana declaró culpable al expresidente Alejandro Toledo por colusión y lavado de activos relacionados con los sobornos de la empresa Odebrecht, imponiéndole una condena de 20 años y seis meses de cárcel, convirtiéndolo en el primer ex mandatario peruano en cumplir una condena por corrupción. El Segundo Juzgado Penal Colegiado Nacional, presidido por Zaida Pérez, aceptó la petición del Ministerio Público y le impuso nueve años de cárcel por colusión y once años y seis meses por lavado de activos. La sentencia considera que Toledo favoreció a Odebrecht en la concesión de tramos de una carretera entre Perú y Brasil entre 2004 y 2005.
El tribunal señaló que Toledo se coludió con particulares interesados como Odebrecht para permitir que la empresa obtuviera la licitación de construcción de los tramos de la Carretera Interoceánica a cambio de una coima de 35 millones de dólares, causando perjuicio al Estado. También se menciona que Toledo convenció a su amigo Josef Maiman para que actuara como intermediario y recibiera el dinero del soborno a través de sus empresas, lo que constituye una clara concertación entre un funcionario y privados que defrauda al Estado.
Este caso lo convierte en el primer expresidente peruano condenado por el megacaso de corrupción de Odebrecht. El fiscal anticorrupción José Domingo Pérez calificó la sentencia como “histórica” y “ejemplar”, demostrando que la corrupción no queda impune en Perú gracias al trabajo de la Justicia y el Ministerio Público. Toledo, de 78 años, es el primer exmandatario peruano sentenciado en relación con los sobornos de Odebrecht, lo que marca un hito en la lucha contra la corrupción en el país.
La sentencia resalta una serie de irregularidades, influencias inapropiadas y aceleración en el proceso de licitación de una obra pública relacionada con Toledo. Se señala que todas estas acciones muestran una concertación entre un funcionario de alto nivel y privados para defraudar al Estado. Se destaca también que Toledo utilizó a su amigo como intermediario para recibir el dinero del soborno de Odebrecht, lo que revela un claro acto de corrupción en perjuicio del Estado peruano.
El expresidente Alejandro Toledo fue encontrado culpable de colusión y lavado de activos en relación con los sobornos de Odebrecht, recibiendo una condena de 20 años y seis meses de cárcel. Esta sentencia marca un precedente en la lucha contra la corrupción en Perú, demostrando que las acciones ilícitas de funcionarios públicos no quedarán impunes. La Justicia y el Ministerio Público jugaron un papel crucial en este proceso, mostrando que la corrupción no será tolerada en el país y que aquellos que cometan actos de corrupción deberán enfrentar las consecuencias de sus acciones.