La salud mental en la República Dominicana se encuentra en una situación desafiante debido al aumento de casos de depresión y ansiedad, problemas que están estrechamente relacionados con la desintegración familiar y la falta de valores en la sociedad. El tradicional papel de la familia como soporte emocional y transmisora de valores se ha debilitado, dando paso a muchas situaciones de separación, abandono emocional y falta de comunicación en los hogares, especialmente entre los jóvenes, quienes se ven desprovistos de las herramientas necesarias para afrontar los desafíos de la vida.
Además, a este vacío familiar se suma la influencia negativa de las redes sociales y del contenido violento y superficial que se potencia en ellas, así como la presión por el éxito material. Todo este entorno de crisis de valores tiene un impacto profundo en la salud mental de las personas, creando un terreno fértil para la depresión y la ansiedad, trastornos que se presentan de manera difícil de combatir en medio de un contexto que ha perdido importantes herramientas de contención y orientación.
El debilitamiento de la familia repercute en la soledad y el abandono, lo que agrava aún más los trastornos mentales. La ausencia de valores como el respeto y la empatía profundiza el aislamiento social, especialmente en los jóvenes, quienes muchas veces se encuentran perdidos y desorientados en medio de una sociedad que parece haber perdido el rumbo en cuanto a la importancia de la integración familiar y la formación de valores.
Ante esta realidad, es fundamental que la sociedad tome conciencia de la estrecha relación entre estos factores y promueva valores sólidos tanto en los hogares como en las instituciones educativas. En este sentido, el Centro Calma Alma trabaja desde una perspectiva integral para fortalecer los lazos familiares y fomentar la resiliencia emocional, ofreciendo herramientas y acompañamiento a las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad emocional a causa de la falta de contención familiar y de un entorno marcado por la crisis de valores.
Es necesario que la República Dominicana reconozca la importancia de reconstruir la familia y reforzar los valores que guiarán a la sociedad hacia un futuro más saludable y equilibrado. Solo a través de un trabajo conjunto y coordinado entre las instituciones, los profesionales de la salud mental y la sociedad en su conjunto será posible revertir esta tendencia preocupante que está afectando de manera significativa la salud mental de la población, especialmente de los jóvenes, quienes se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo y necesitan contar con las herramientas adecuadas para afrontar los desafíos que se les presentan en el día a día.
En definitiva, es fundamental que se promueva la importancia de los valores familiares, la comunicación efectiva y el apoyo emocional en el seno de las familias dominicanas, así como en el ámbito educativo y social en general, para poder construir una sociedad más resiliente, equilibrada y saludable en términos mentales y emocionales. La salud mental de la población debe ser una prioridad en la agenda pública, y es responsabilidad de todos contribuir a su fortalecimiento y promoción en aras de lograr una convivencia más armónica y satisfactoria para todos los ciudadanos de la República Dominicana.