La jueza de la Segunda Sala Penal del Distrito Nacional decidirá si condena al bachatero Anthony Santos por violación a la Ley 65-00 sobre derecho de autor. Santos fue demandado por los sucesores legales del autor y compositor dominicano Tatico Henríquez, quienes alegan que el cantante grabó, comercializó y modificó la canción "Corazón de piedra" sin su autorización. En la audiencia, Santos lamentó que se deje morir el legado de Henríquez y su abogado pidió al tribunal que lo declare no culpable. Los demandantes reclaman una indemnización de 10 millones de pesos por daños morales y materiales.
La magistrada Clara Luz Almonte escuchó el dictamen del ministerio público, la defensa del bachatero y el abogado de los demandantes antes de retirarse a deliberar. En la audiencia, Santos estuvo acompañado de su abogado Carlos Balcácer, quien defendió la inocencia de su cliente. La demanda fue presentada por Elba Chaljub Mejía y Julio García Reynoso, sucesores legales de Tatico Henríquez, quienes aseguran ser los propietarios de la obra musical "Corazón de piedra". Acusan a Santos de cambiar el título de la canción a "La funda" y demandan una compensación por los daños sufridos.
Santos expresó su preocupación por el precedente que podría sentar este caso, mencionando que artistas como Fefita La Grande han sido demandados por temas similares. Su abogado argumentó que su cliente no tuvo intención de infringir la ley de derecho de autor y pidió que se considere su inocencia. Los demandantes reclaman una indemnización por los daños sufridos a raíz de la grabación y comercialización no autorizada de la canción de Henríquez.
La defensa de los sucesores legales de Tatico Henríquez acusa a Santos de haber mutilado la obra musical original al cambiar el nombre de la canción, afectando así los derechos de autor. La jueza tendrá la difícil tarea de decidir si hubo violación a la ley y si el bachatero debe ser condenado por sus acciones. Santos ha mantenido su postura de inocencia durante todo el proceso y confía en que el tribunal tomará la decisión correcta en base a las pruebas presentadas en la audiencia. La resolución del caso será crucial para el futuro de la música y el respeto a los derechos de autor en la República Dominicana.