Un estudio realizado por el laboratorio de Plasticidad Celular en Desarrollo y Enfermedad del Instituto de Neurociencias (IN-CSIC-UMH) ha descubierto que dentro de los tumores existen dos grupos de células: uno que se encarga de expandirse de forma maligna y otro que lucha contra el daño causado por el tumor. Durante 20 años, este laboratorio ha estudiado un proceso llamado transición epitelio-mesénquima (EMT), que permite la migración de células durante el desarrollo embrionario y también se utiliza en el cáncer para formar metástasis. Además, se ha revelado que la EMT es un mecanismo de defensa que utilizan las células adultas para protegerse y reparar tejidos dañados.
En el cáncer, se ha observado que tanto el programa del desarrollo embrionario como el del adulto se activan de forma simultánea en diferentes poblaciones celulares dentro del tumor. Esto ha generado una heterogeneidad intratumoral desconocida hasta ahora. Las células que activan la EMT embrionaria se ubican en la periferia del tumor, mientras que las células que activan la vía de reparación se encuentran en el centro. Este hallazgo sugiere que una misma célula puede responder de manera diferente según las instrucciones que reciba.
El estudio también ha puesto de manifiesto que la EMT es un mecanismo de plasticidad celular que permite que las células adultas se desdiferencien para actuar de otra manera cuando detectan un estímulo como el daño crónico. Se ha identificado al factor de transcripción Snail1 como clave en este proceso, apareciendo en ambas vías EMT. Por otro lado, el factor de transcripción Prrx1 es crucial para la diseminación, ya que cuando se elimina este gen, la capacidad metastásica del tumor desaparece.
Además, al bloquear la vía de diseminación EMT, se observó una reducción de las metástasis y un aumento en la captación de macrófagos que combaten las células cancerosas. Estos hallazgos permiten abrir nuevas oportunidades en el diseño de estrategias terapéuticas para tratar tipos de cáncer altamente metastásicos y resistentes a las terapias actuales. Los investigadores también han desarrollado tres modelos de ratones para estudiar este proceso y han validado sus hallazgos en modelos animales y en datos de pacientes.
Este estudio ha sido posible gracias a la financiación de diferentes entidades, como el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Fundación Científica de la AECC, el Instituto de Salud Carlos III, la Generalitat Valenciana, el ERC, la Agencia Estatal de Investigación, EMBO y Horizonte 2020 de la Unión Europea. Los resultados obtenidos en este trabajo permiten entender en profundidad cómo evolucionan los tumores hacia la malignidad y abrir nuevas vías terapéuticas para tratar el cáncer.