Los cambios estacionales, como el verano, pueden aumentar hasta en un 30 % las enfermedades diarreicas agudas, especialmente en grupos de riesgo como menores de cinco años y adultos mayores. Estas enfermedades ocurren cuando hay un incremento en la salida de líquido gastrointestinal a través de la defecación, reduciendo la consistencia de las heces. Las causas principales, sobre todo en niños menores de cinco años, suelen ser de origen viral. Durante el verano, la incidencia de la diarrea puede aumentar debido al calor, que acelera la descomposición de los alimentos y la reproducción de bacterias que generan toxinas que causan malestar.
En los últimos años, se han reportado casi 6 millones de casos de diarrea en la población general, con más de 300.000 casos en menores de cinco años solo en México en el primer semestre de 2021. El tratamiento para la diarrea incluye rehidratación oral, nutrición adecuada y el uso de antidiarreicos para aliviar los síntomas. Uno de los componentes utilizados para tratar estos padecimientos es la diosmectita. Reducir la duración de la diarrea es crucial, ya que permite que los enterocitos del intestino grueso se regeneren y puedan generar una barrera de protección que proteja contra las toxinas y virus.
El especialista menciona que el tratamiento de la diarrea es fundamental para la recuperación del paciente. Además, se destacan los beneficios de los tratamientos en suspensión, que permiten una dosis exacta para cada toma y facilitan el apego al tratamiento dentro del ritmo de vida de los pacientes. Con las medidas preventivas adecuadas, las recomendaciones médicas y el acceso a tratamientos eficaces, seguros y prácticos, es posible reducir el impacto negativo de la diarrea en la salud de las personas. Es importante recordar que la diarrea infantil es un problema que puede prevenirse con las medidas adecuadas.
El especialista en enfermedades diarreicas enfatiza la importancia de cuidar la alimentación durante el verano, ya que el aumento de la incidencia de la diarrea se debe en gran medida al calor y a la descomposición acelerada de los alimentos. Los niños menores de 5 años y los adultos mayores son los grupos más vulnerables a estas enfermedades debido a sus condiciones inmunológicas, que pueden verse afectadas tanto por el calor como por la exposición a virus y bacterias presentes en los alimentos descompuestos. El tratamiento adecuado, que incluye rehidratación oral, nutrición adecuada y antidiarreicos, es fundamental para aliviar los síntomas y reducir la duración de la diarrea.