Las economías y sociedades globales dependen en gran medida del trabajo de cuidados, tanto remunerado como no remunerado, para su funcionamiento y progreso. Este tipo de trabajo abarca desde atender a personas de todas las edades hasta brindar servicios de salud y educación, siendo esencial en todas las etapas de la vida. El cuidado se realiza en diferentes contextos, ya sea en los hogares, instituciones estatales, organizaciones sin fines de lucro o empresas privadas, y la forma en que se proveen y recompensan estos cuidados tiene un impacto profundo en la igualdad de género y en el desarrollo social y económico.
El Día Internacional del Cuidado y el Apoyo, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 29 de octubre, busca concienciar sobre la importancia fundamental de los cuidados en nuestras sociedades y promover un cambio necesario en su organización y valoración. La economía del cuidado, que engloba el trabajo de cuidado remunerado y no remunerado, ha cobrado mayor relevancia durante la pandemia de COVID-19, poniendo de manifiesto la fragilidad de los sistemas de cuidados actuales y la dependencia de la vida cotidiana en el trabajo invisible que sustenta a la sociedad.
Tres tendencias globales importantes afectan el futuro del cuidado: el envejecimiento de la población, la digitalización y el cambio climático. Estos fenómenos aumentan la demanda de servicios de cuidado mientras complican su provisión, lo que requiere un enfoque integral con la corresponsabilidad de múltiples actores. En América Latina y el Caribe, el 76% del trabajo de cuidados no remunerados recae en las mujeres, perpetuando desigualdades. La región alberga 15 millones de trabajadoras del hogar, con un alto índice de informalidad, y se estima que la inversión en servicios de cuidado podría generar 30 millones de empleos para 2035.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio un paso significativo en 2022 al promover una discusión sobre la economía del cuidado, culminando en una resolución histórica en la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2024. Este acuerdo internacional reafirma que el trabajo en la economía del cuidado no es una mercancía y aboga por el acceso de todas las personas a cuidados en condiciones de trabajo decente. La OIT, con su enfoque en las 5 Rs (reconocer, reducir, redistribuir, recompensar y representar el trabajo de cuidados), promueve la creación de empleos formales y mejores condiciones laborales.
La inversión en la economía del cuidado es esencial para un futuro más justo, igualitario y sostenible. La OIT, a través de su Agenda Transformadora de Género, sitúa el cuidado en el centro del desarrollo económico y social, promoviendo un sistema basado en derechos y respeto a la dignidad humana. La organización lidera el cambio hacia una sociedad más equitativa, donde cada persona reciba el cuidado que necesita y los trabajadores del sector sean tratados de manera justa. El Día Internacional del Cuidado y el Apoyo es un recordatorio de que el cuidado es un acto de justicia, y promover sistemas más inclusivos es clave para un mundo equitativo donde el bienestar colectivo y el trabajo decente vayan de la mano.