Este jueves, la calma reinaba en Puerto Príncipe, la capital de Haití, a pesar de que la ciudad continúa siendo escenario de enfrentamientos diarios entre la Policía y grupos armados que controlan casi el 90% del territorio, lo que ha llevado a la paralización de actividades productivas, educativas, sanitarias y sociales. Aunque al principio de la semana se escuchaban constantes disparos en diferentes zonas de la ciudad, el jueves transcurrió aparentemente sin incidentes. Los haitianos siguen esperando noticias sobre el Consejo Presidencial de Transición, un órgano destinado a tomar medidas para resolver la crisis de violencia y caos en el país.
Durante la jornada del jueves, se observó una disminución de los combates entre agentes policiales y miembros de bandas armadas en áreas como el parque Champs de Mars, cerca del Palacio Nacional, que ha sido blanco de intentos de asalto por parte de los rebeldes en las últimas semanas. Las fuerzas del orden continúan realizando operativos, como el arresto de Gladymir Jospeh, de 38 años, considerado el número tres en la estructura de la banda armada Savien. Este grupo, liderado por Jimmy Chérizier, alias "Barbecue", se opone a la instauración del Consejo Presidencial para la Transición, creado por la Comunidad del Caribe y otros países con el fin de buscar soluciones para la crisis haitiana.
La situación en Haití sigue siendo tensa, con incertidumbre sobre cuándo comenzará a funcionar plenamente el Consejo Presidencial para la Transición. El primer ministro haitiano, Ariel Henry, ha prometido renunciar una vez que el Consejo esté en marcha, con el objetivo de facilitar la transición política en el país. Mientras tanto, la ONU asignó 12 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias para ayudar a los afectados por la violencia en Puerto Príncipe, destinados a brindar alimentos, agua, atención médica, saneamiento y apoyo higiénico a las personas desplazadas.
La comunidad internacional está atenta a la situación en Haití, en medio de una crisis política y social que ha llevado a la violencia y la paralización de actividades en la capital. Los esfuerzos para establecer un órgano de transición que pueda abordar los problemas del país son cruciales en este momento. Se espera que el Consejo Presidencial para la Transición pueda empezar a operar pronto, lo que brindaría una luz de esperanza para la estabilidad y el progreso en Haití. Mientras tanto, la asistencia humanitaria y de emergencia es fundamental para apoyar a los afectados por la violencia en Puerto Príncipe y otras zonas del país.
En medio de la crisis en Haití, la violencia continúa afectando a miles de personas, con operaciones policiales y enfrentamientos armados que han dejado prácticamente paralizada la actividad en la capital. La presión internacional y los esfuerzos del gobierno haitiano para establecer un órgano de transición son pasos importantes hacia la resolución de la crisis, aunque la incertidumbre sigue siendo alta. La ayuda humanitaria proporcionada por organismos internacionales es crucial para apoyar a la población afectada, proporcionando alimentos, agua, atención médica y otros servicios esenciales para aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad. La situación en Haití sigue siendo compleja y delicada, pero la esperanza de una solución pacífica y sostenible sigue presente en medio de la adversidad.