José Osvaldo Cuevas, también conocido como Compa, enfrenta tres meses de prisión preventiva como medida coercitiva por haber asesinado a su expareja embarazada, Eduarda Díaz. El acusado confesó haber ultimado a Eduarda el pasado sábado 25 de mayo y luego escondió su cuerpo en unos matorrales en la provincia de San Cristóbal. El cuerpo de Eduarda fue encontrado con múltiples signos de violencia, lo que indica la brutalidad del crimen.
Según declaraciones de familiares de la víctima, José Osvaldo Cuevas mantenía a Eduarda bajo amenazas para evitar que se querellara en su contra. Aprovechando que ella salió a trabajar, el presunto asesino la secuestró y finalmente la mató. Eduarda Díaz, quien estaba embarazada de cinco meses, deja en la orfandad a una niña de 8 meses, y dos hijos de 12 y 13 años respectivamente. La brutalidad de este crimen ha conmocionado a toda la comunidad y ha dejado a los familiares destrozados por la pérdida de Eduarda.
La Oficina de Atención Permanente de San Cristóbal decidió imponer la prisión preventiva a José Osvaldo Cuevas para garantizar su reclusión en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres. La medida busca evitar que el acusado pueda escapar o influir en la investigación del caso. La brutalidad y saña con la que se cometió el crimen de Eduarda Díaz exige que se tomen medidas estrictas para garantizar que se haga justicia por este feminicidio.
La sociedad dominicana se encuentra consternada por este nuevo caso de violencia de género que ha cobrado la vida de una mujer y su bebé por nacer. Este terrible suceso ha generado un profundo impacto en la comunidad, que exige justicia para Eduarda Díaz y su familia. La violencia machista sigue cobrando víctimas en República Dominicana, y es necesario redoblar los esfuerzos para combatir este flagelo que afecta a mujeres en todo el país.
La madre de Eduarda Díaz ha expresado su dolor y su indignación por la brutalidad con la que fue asesinada su hija. Señaló que nunca podrá olvidar lo que le hicieron a su hija y que no podrá aceptar la pérdida. La impotencia y la rabia que siente ante esta situación reflejan el sufrimiento de todas las familias que han perdido a sus seres queridos a manos de la violencia machista. La tragedia de Eduarda Díaz debe servir como un llamado de atención para tomar medidas que protejan a las mujeres de la violencia de género.
La lucha contra la violencia de género en la República Dominicana debe ser una prioridad para las autoridades y la sociedad en su conjunto. Es necesario implementar políticas y medidas eficaces que prevengan este tipo de crímenes y protejan a las mujeres de la violencia machista. La memoria de Eduarda Díaz y de todas las víctimas de feminicidio debe ser un recordatorio constante de la urgencia de erradicar la violencia de género y garantizar un país seguro y justo para todas las personas.