En el mes de las madres, el periódico Hoy quiere rendir honor a las abuelas dominicanas, destacando sus características únicas. Estas mujeres son conocidas por consentir a sus nietos de una manera que nunca lo hicieron con sus propios hijos, brindando aliento en momentos difíciles y compartiendo sabiduría a través de refranes populares. Además, se destacan por su habilidad en la cocina, transmitiendo recetas y trucos generacionales que hacen su comida inigualable.
Las abuelas dominicanas son reconocidas por su protección y apoyo constante a sus nietos, adoptando un papel de defensoras feroces ante cualquier inconveniente. Su participación en la vida de sus nietos es activa y entusiasta, celebrando cada logro como si fuera propio. Son comunicativas y suelen compartir sus emociones con vecinos y familiares, incluso en situaciones que podrían resultar peculiares, como la llegada de la menstruación a una adolescente.
Una característica distintiva de las abuelas dominicanas es su capacidad para esconder dinero y regalarlo a sus nietos de manera discreta. Además, son conocidas por relatar episodios de la juventud, transmitiendo así la historia y cultura a través de sus propias experiencias. A pesar de eventuales pretendientes adinerados, ellas prefieren el amor de sus nietos, mostrando su prioridad por las relaciones familiares y el amor puro.
Tener una abuela dominicana significa abrir un baúl de recuerdos, recibir sabios consejos, disfrutar de su exquisita cocina y mantener una conexión inquebrantable con el amor más puro. Estas mujeres son un puente entre el pasado y el presente, un legado de amor y sabiduría que perdura a través de generaciones. Su influencia en la vida de sus nietos es invaluable, ofreciendo apoyo incondicional y compartiendo la riqueza de sus conocimientos y experiencias.
Las abuelas dominicanas se distinguen por sus dichos populares, como "para hablar mentira y comer pescado, hay que tener mucho cuidado" y "dime con quién andas y te diré quién eres". Su presencia en la vida de sus nietos es fundamental, brindando consejos y enseñanzas que perduran en el tiempo. A través de su amor incondicional y su dedicación, las abuelas dominicanas se convierten en figuras fundamentales en la vida de sus nietos, dejando una huella imborrable de amor y sabiduría.