Matías Gil de Sousa está a punto de cumplir ocho años y su padre Julián Gil apenas ha podido verlo en algunas ocasiones antes de que la madre del niño, Marjorie de Sousa, ganara la batalla legal por la patria potestad completa. A pesar de esto, a Julián aún se le exige pagar la pensión alimenticia para su hijo, aunque Marjorie afirma que ella es quien provee todo para el niño. Por su parte, Julián también ha confirmado que está cumpliendo con sus obligaciones de manutención según lo estipulado por el tribunal.
Marjorie de Sousa ha expresado su confianza en que todo se resolverá a su debido tiempo y ha mencionado que ya no está siendo tan criticada en redes sociales por no permitirle a Julián ver a su hijo. Sin embargo, su declaración no coincide con lo dicho por el actor ni con la versión del juez. Por otro lado, Julián Gil ha mostrado su preocupación por la falta de encuentros entre él y su hijo debido a las limitaciones impuestas. La incertidumbre sobre cuándo se dará un encuentro entre padre e hijo sigue siendo un tema en discusión.
La actriz venezolana ha mencionado que el niño está siendo criado con amor y ha afirmado que es un ser maduro. A pesar de esto, no ha dado más detalles sobre la posibilidad de una reconciliación o de más encuentros entre Matías y su padre. Por su parte, Julián Gil ha expresado su desconcierto ante la actitud de Marjorie y su falta de explicaciones sobre la separación entre padre e hijo. El actor ha expresado su pena por la situación y su deseo de poder pasar más tiempo con su hijo antes de que sea demasiado tarde.
La disputa legal y emocional entre Marjorie de Sousa y Julián Gil ha generado controversia en los medios de comunicación y en las redes sociales. Mientras ambos padres intentan proteger los intereses y bienestar de su hijo, la falta de comunicación y el desacuerdo sobre la crianza y la convivencia del menor continúan siendo un tema de discusión. A pesar de las diferencias y las dificultades, tanto Marjorie como Julián han demostrado su amor y compromiso con el pequeño Matías, aunque las barreras legales y personales siguen presentes.
La incertidumbre sobre el futuro de la relación entre Matías, Marjorie y Julián sigue latente, ya que ambas partes parecen estar en desacuerdo sobre el proceso de crianza y las visitas entre padre e hijo. A pesar de las tensiones y los conflictos legales, la prioridad debe seguir siendo el bienestar y la felicidad del niño, quien está en medio de esta situación compleja. Esperamos que en el futuro se llegue a un acuerdo que beneficie a todos los involucrados y que permita a Matías crecer en un ambiente de amor y armonía familiar.