El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha declarado que el candidato presidencial de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, y su valedora María Corina Machado, deben estar tras las rejas por presuntas acciones criminales durante las protestas espontáneas que surgieron tras las elecciones del domingo. Maduro también llamó cobarde a González Urrutia y fascista de ultraderecha criminal a Machado, instándolos a presentarse ante la Fiscalía en lugar de esconderse y llamar a la insurrección.
El presidente del Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como ganador de las elecciones sin haber escrutado todas las actas ni publicar los resultados. El oficialista Jorge Rodríguez acusó a los opositores de conspiración fascista contra los comicios, mientras que Diosdado Cabello amenazó con joder a los responsables. Por otro lado, la oposición y la comunidad internacional exigen la publicación de todas las actas ya que aseguran tener en su poder más del 80% que daría la victoria a González Urrutia por un amplio margen.
A pesar de que el ente electoral declaró a Maduro como ganador, faltan más de dos millones de votos por computar, lo que representa el 20% de las actas de votación. Estos votos podrían cambiar los resultados finales. El Centro Carter, que participó como observador en los comicios, ha manifestado que el proceso no cumplió con estándares internacionales de integridad electoral y por lo tanto no puede considerarse como una elección democrática.
La situación en Venezuela se ha visto complicada tras las elecciones, con múltiples protestas y tensiones entre el Gobierno de Maduro y la oposición liderada por González Urrutia y Machado. Ambos bandos acusan al otro de cometer acciones ilegales y buscan deslegitimar los resultados electorales. La controversia ha llevado a un preocupante clima de incertidumbre y tensión en el país.
Maduro y su Gobierno continúan defendiendo la legitimidad de las elecciones y rechazan las acusaciones de fraude. Por su parte, la oposición insiste en la necesidad de transparencia y justicia, solicitando la publicación de todas las actas y una revisión exhaustiva de los resultados. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Venezuela y ha instado a las autoridades a respetar los principios democráticos y garantizar la paz y estabilidad en el país.
En medio de este escenario tenso y conflictivo, el futuro político de Venezuela queda en una situación de incertidumbre. Con acusaciones cruzadas, amenazas y protestas persistentes, el país enfrenta un desafío crucial para la consolidación de la democracia y el respeto a los derechos humanos. El diálogo y la búsqueda de soluciones pacíficas se presentan como la mejor opción para resolver esta crisis política y evitar una escalada de violencia en el país.