Los motoristas del Distrito Nacional se sienten descontentos y resignados ante la modernización fiscal propuesta por el presidente Luis Abinader. Esta reforma establece un pago anual de RD$1,200 por placa para cada motor, lo que equivale a RD$100 al mes. Aunque muchos motorizados se mostraron reacios a expresar su opinión, consideran que la reforma será aprobada independientemente de sus opiniones.
El aumento en el pago de la placa de RD$500 a RD$1,200 no es el principal problema para los motoristas. Lo preocupante es la falta de claridad sobre cómo se utilizarán los fondos recaudados a través de esta reforma fiscal. El gobierno busca recaudar más de RD$122,000 millones para invertir en temas como seguridad ciudadana, transporte público, servicios de gobierno locales, recapitalización del Banco Central, atención primaria en salud y reducción del déficit fiscal eléctrico.
Los motoristas dudan de ver cómo estas inversiones beneficiarán directamente sus vidas. A pesar de estar dispuestos a contribuir con impuestos si ven mejoras en las calles y servicios para motoristas, consideran que esta reforma solo los afectará sin ofrecerles beneficios claros. Actualmente, los motores, que son el medio de transporte más utilizado en el país, no pagan un impuesto anual de circulación, ya que este impuesto se cobra al importador al adquirir una primera placa, basado en el cilindraje del vehículo de dos ruedas.
El presidente de la Federación Nacional de Motoconchistas (Fenamoto), Óscar Almánzar, insta al presidente Abinader a convocar a los motoristas al consenso. Considera que los motores tienen mucho que aportar a la visión de país que promueve el mandatario a través de esta reforma. Según datos de la DGII, hay más de 3 millones de motocicletas registradas en el país, lo que indica la importancia de escuchar las preocupaciones y propuestas de los motoristas para lograr un verdadero consenso.
Los motoristas piden garantías de que sus impuestos se traducirán en mejoras tangibles para su sector y el país en general. Aunque están dispuestos a contribuir económicamente si ven resultados positivos, actualmente dudan de los beneficios que recibirán a cambio de este aumento en el pago de la placa. Consideran que es fundamental que el gobierno se siente a dialogar con ellos y tomar en cuenta sus necesidades y preocupaciones para lograr un consenso verdadero y beneficioso para todos los involucrados.
En resumen, los motoristas del Distrito Nacional se sienten descontentos y resignados ante la propuesta de modernización fiscal que implica un aumento en el pago anual de la placa. Aunque reconocen la importancia de contribuir con impuestos para el desarrollo del país, los motoristas esperan que el gobierno garantice que estos fondos se utilizarán en beneficio de su sector y de la población en general. Mediante un diálogo abierto y un verdadero consenso, se podría encontrar una solución que satisfaga las necesidades de todos los involucrados en esta reforma.