Los Juegos Olímpicos de París han sido escenario de numerosas polémicas en diferentes disciplinas deportivas, y el boxeo no ha sido una excepción. Recientemente, las boxeadoras Imane Khelif de Argelia y Lin Yu-ting de Taiwán han sido centro de críticas y descalificaciones en las redes sociales y medios tradicionales. Ambas deportistas fueron descalificadas del Mundial de 2023 debido a la presencia de cromosomas XY en sus pruebas genéticas, situación que ha generado un intenso debate sobre la inclusión y las normativas vigentes en el deporte.
Imane Khelif ha sido objeto de fuertes críticas, especialmente desde Italia. Natalia Carini expresó abiertamente su oposición a la participación de Khelif en los Juegos debido a que la considera “trans”, y calificó de injusta la decisión de permitirle competir. La situación escaló luego del combate entre Khelif y la boxeadora italiana Angela Carini. A los 46 segundos, Carini abandonó el ring visiblemente afectada y entre lágrimas, mencionando en italiano “Mi ha fatto malissimo” (“Me dolió mucho”), tras recibir un potente derechazo de Khelif.
El comienzo del combate estuvo marcado por un fuerte golpe de derecha por parte de Khelif que provocó problemas con el casco de Carini, evento que terminó con la rápida retirada de la italiana, quien mostró su frustración a su equipo. Este episodio proporcionó más combustible a las controversias alrededor de Khelif y su elegibilidad para competir en la categoría femenina. Por su parte, Lin Yu-ting, quien también tuvo niveles hormonales elevados detectados en las pruebas, ha recibido la luz verde para competir del Comité Olímpico Internacional (COI). Esto a pesar de tendencias hormonales que frecuentemente se asocian al rendimiento físico superior.
Lin Yu-ting deberá enfrentar el próximo viernes, a la boxeadora uzbeka Turdibekova a las 15:30, en un combate que generará sin duda grandes expectativas. Hasta el año pasado, ambas boxeadoras competían con normalidad en sus respectivas disciplinas, incluso lograron destacarse en campeonatos mundiales: Khelif fue subcampeona mundial en 2022 y Lin Yu-ting obtuvo el título mundial en 2018 y 2022. No obstante, su carrera sufrió un giro inesperado tras la revelación de sus elevados niveles de testosterona y cromosomas XY.
En Argelia, la avalancha de críticas hacia Khelif ha sido percibida como una falta de respeto. Daglar Deportes publicó que importantes figuras nacionales, entre ellas Ismaël Bennacer, han salido en defensa de la boxeadora. Mientras que en Italia, las reacciones se han intensificado tras la derrota de Carini, lo que plantea importantes preguntas sobre la equidad y los estándares en el deporte femenino. Respecto a estas polémicas, ha habido diferentes reacciones. Mientras en Argelia se defiende a Khelif, considerándola una víctima de prejuicios, en otras partes se cuestiona la normativa y se pide una revisión de las reglas para asegurar una competencia justa.
Las discusiones en torno a la participación de deportistas con condiciones cromosómicas atípicas resaltan las complejas intersecciones entre género, biología y deporte. Las normativas están bajo constante escrutinio, y estas situaciones podrían allanar el camino para ajustes en las reglas a fin de equilibrar la inclusión y la equidad competitiva.