Estados Unidos y Rusia completaron un importante intercambio de prisioneros en el que se liberó a 24 personas, incluyendo periodistas, disidentes políticos, presuntos espías, un hacker y un estafador. Entre los liberados se encontraban Evan Gershkovich y Paul Whelan, condenados en Rusia por cargos de espionaje considerados infundados por el gobierno estadounidense. También fue liberada Alsu Kurmasheva, reportera de Radio Free Europe/Radio Liberty con doble nacionalidad. Rusia también liberó a Vladimir Kara-Murza, un escritor crítico con el Kremlin.
A pesar del intercambio de prisioneros, no se espera que haya una mejora significativa en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, especialmente en un momento en el que Rusia continúa con su agresión a Ucrania y Estados Unidos sigue apoyando militarmente a este país. Los canjes de prisioneros han sido una fuente de compromiso, pero no reflejan una mejora más amplia en las relaciones bilaterales.
Aunque el acuerdo del jueves incluyó a los estadounidenses más conocidos detenidos en Rusia, todavía quedan algunos por liberar, como Travis Leake, Gordon Black, Marc Fogel y Ksenia Khavana. En el intercambio, se observa un desequilibrio entre los que fueron beneficiados, ya que algunas personas liberadas por Rusia estaban detenidas erróneamente o por cargos infundados, mientras que entre los liberados por Estados Unidos se encontraban criminales condenados.
En el centro del acuerdo de intercambio estaba Alexei Navalny, líder opositor ruso, cuya muerte en febrero frustró las negociaciones para incluirlo en el acuerdo. Biden había anticipado este acuerdo la semana anterior y se congratuló del éxito diplomático al recibir en la Casa Blanca a las familias de los prisioneros liberados. Por otro lado, Trump criticó el acuerdo insinuando que Estados Unidos había realizado concesiones inapropiadas a Rusia.
A pesar del intercambio de prisioneros, es poco probable que este evento mejore significativamente las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Los canjes de prisioneros han sido una fuente de compromiso en medio de tensiones, pero no han logrado cambiar la dinámica general de las relaciones bilaterales. Aunque se liberaron varios estadounidenses detenidos en Rusia, todavía quedan otros por liberar, lo que indica que es un proceso continuo que requiere de esfuerzos adicionales por parte de las autoridades.