La Cámara de Diputados aprobó en primera lectura el proyecto de Código Penal Dominicano sin haberlo leído, con 100 votos a favor y 9 en contra. La aprobación se dio 24 horas después de recibirlo del Senado, acogiendo todas las modificaciones realizadas, incluyendo el rechazo a interrumpir el embarazo por las tres causales.
El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, motivó la aprobación del proyecto en primera lectura y anunció que sería enviado a una comisión especial para su estudio. Sin embargo, esto fue criticado debido a que Pacheco había declarado la semana anterior que no conocía a fondo el proyecto aprobado por los senadores.
El diputado José Horacio Rodríguez cuestionó la votación de un proyecto de Código Penal que apenas había llegado a la cámara baja 24 horas antes, y lamentó que no se le haya dado tiempo a los legisladores para leerlo antes de la votación. A pesar de las críticas, la votación fue de 96 a favor, 13 en contra y 24 abstenciones.
Grupos de organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres protestaron frente al Congreso Nacional exigiendo que se incluyan en el Código Penal las tres causales que permiten el aborto por violación, malformación del feto y razones de salud de la mujer embarazada. El proyecto fue sometido por el senador del PRSC, Ramón Rogelio Genao, aliado al PRM.
En la sesión siguiente, se creó una comisión para estudiar el proyecto de Código Penal y dos iniciativas más relacionadas con la pieza. Entre las propuestas presentadas se incluían reformas para despenalizar el aborto, incluyendo las tres causales. Las discusiones en el Pleno de la sesión generaron posiciones a favor y en contra de la aprobación del código.
Grupos de mujeres continuaron manifestándose frente al Congreso Nacional en contra de la aprobación del proyecto de Código Penal sin haberlo leído. Denunciaron que el proyecto vulnera los derechos de las mujeres y permite la discriminación, solicitando que se revise a fondo antes de ser aprobado. Uno de los puntos de conflicto en el código es la protección del consentimiento de la mujer en relaciones sentimentales, que ha generado controversia y críticas.